Imagínate un pueblito de casas blancas y calles estrechas frente al mar. Bonita estampa, ¿verdad? Pues para disfrutar de él no tienes más que ir hasta el rincón de la Costa Brava que te propongo en este post. Te cuento qué ver en Calella de Palafrugell, una de las localidades más bonitas y visitadas del litoral gerundense. La he podido visitar en dos ocasiones desde Barcelona y merece mucho la pena.

Qué ver en Calella de Palafrugell
Calella de Palafrugell es una de las localidades más visitadas de la Costa Brava, y es que su paisaje es uno de los más bonitos. Está situada en una zona rocosa con pequeñas calas alrededor de las que se fue creando el núcleo de población. Originalmente, fue habitado por familias que se dedicaban a la pesca y al comercio marítimo, aprovechando su estratégica ubicación en una costa llena de calas protegidas. Durante siglos, la actividad pesquera y la construcción de embarcaciones fueron fundamentales para la economía local.
En el siglo XX, con el auge del turismo, Calella de Palafrugell se convirtió en un destino popular sin perder su encanto tradicional. Sus casas blancas, sus calles estrechas y su paisaje de calas con aguas cristalinas han atraído a artistas, escritores y viajeros en busca de inspiración y tranquilidad. Uno de sus eventos más emblemáticos es la Cantada de Habaneras, que se celebra cada verano en la playa del Port Bo, rememorando la conexión de la localidad con Cuba en tiempos de los indianos.
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Centro histórico de Calella de Palafrugell
El casco histórico de Calella de Palafrugell conserva el encanto de ese antiguo pueblo de pescadores, con sus calles estrechas y empedradas, casas blancas de una o dos plantas y antiguos porches que daban cobijo a las embarcaciones. Un buen lugar donde ver esto es el Port Bo, una plaza junto a la playa conocida por sus casas con arcadas.
Pasear por las callejuelas te permitirá descubrir rincones con vistas espectaculares al Mediterráneo y pequeñas plazas y recovecos adornados con flores o donde se esconde una pequeña tienda con encanto. Además, hay muchos restaurantes donde poder degustar platos tradicionales como el suquet de peix.

Iglesia de San Pedro
Entre las callejuelas del centro de Calella te toparás con la Iglesia de San Pedro, un pequeño templo de origen sencillo situado en la parte alta del pueblo. Fue construida en el siglo XIX sobre una estructura anterior con un diseño austero, reflejando la humildad de la comunidad pesquera que la utilizaba. Su fachada blanca y su campanario destacan en el paisaje del casco antiguo sobre el resto de tejados.

Playas de Calella de Palafrugell
Estando ubicada en la Costa Brava, en Calella no pueden faltar las calas de aguas cristalinas rodeadas de paisajes rocosos y vegetación mediterránea. La playa más amplia es la Playa del Canadell, con todos los servicios y un bonito paseo marítimo. Después, la playa más céntrica es la de Port Bo, también conocida como la de las barcas, porque allí suelen dejar los pescadores sus embarcaciones tras la jornada de pesca.
Después vendría la Platgeta, pequeña y acogedora entre rocas, para dar paso a la Playa de Port Pelegrí, un poco más amplia y con las características casetas donde los pescadores guardan sus barcos y utensilios. La siguiente cala es la de Sant Roc, rocosa y con aguas transparentes, y ya algo más alejada, la Cala del Golfet, rodeada de acantilados, siendo una de las más salvajes.

Jardines de Cap Roig
Otro lugar que ver en Palafrugell, aunque bastante alejado del centro del pueblo, es el Jardín Botánico de Cap Roig. Se trata de un bonito parque que alberga unas 1000 especies de plantas de todo el mundo y en el que en verano se celebra un festival de música. Es muy agradable para pasear con vistas al mar.
Al igual que otros jardines botánicos de la Costa Brava, los Jardines de Cap Roig fueron creados por extranjeros. Así, en 1927 un coronel ruso llamado Nicolai Woevodsky se trasladó hasta allí con su mujer a vivir y decidieron crear este espacio natural y artístico, decorado hoy en día también con varias esculturas.

Camino de Ronda de Calella de Palafrugell
Todo el pueblo, desde el centro de Calella de Palafrugell hasta los jardines de Cap Roig, están conectados por el Camino de Ronda. Antiguamente los Caminos de Ronda se utilizaban para vigilar la costa, y hoy son uno de los principales reclamos turísticos de la Costa Brava. De hecho, no solo se limita a la localidad, sino que puedes recorrer toda la costa de Girona caminando a través de estas rutas.
Desde Calella, si sigues hacia el sur llegarás a Palamós a través de bosques y preciosas playas rodeadas de naturaleza. Mientras, si sigues hacia el norte puedes llegar a la localidad vecina de Llafranc. Este tramo es muy bonito y de los más concurridos debido a su facilidad de acceso desde ambos pueblos. Es muy cortito y va pegado al mar, ofreciendo unas bonitas vistas del mar, las rocas y ya llegando al final, de la bahía de Llafranc, con su playa en forma de concha y los barquitos en el agua.
Te invito a leer el post sobre el GR92 Costa Brava por los Caminos de Ronda si tienes curiosidad por estos paseos

Qué ver cerca de Callella de Palafrugell
Si te apetece extender tu viaje a Palafrugell, hay algunos pueblos más en los alrededores que también merece la pena conocer. En general toda la Costa Brava es motivo de visita, pero a continuación te hablo de los lugares más cercanos.
Llafranc
Llafranc está pegado a Calella de Palafrugell y no puedes dejar de disfrutar de su playa y pasear por el paseo marítimo hasta el Club Náutico, desde donde sale el camino que lleva hasta el principal punto de interés de Llafranc: el complejo monumental de Sant Sebastiá. Está situado en lo alto de una colina, por lo que tendrás que subir varias cuestas y escaleras hasta llegar arriba. Ahora bien, te aseguro que las vistas desde allí merecen mucho la pena.
En el complejo encontrarás varios puntos de interés, como el faro, que fue construido a mediados del siglo XIX. Junto a él hay un hotel con restaurante y una torre de un sistema defensivo del siglo XIV que aún se mantiene en pie. Además, bordeando los edificios llegarás hasta los restos de un poblado íbero que parece que estuvo habitado entre los siglos V y I a.C.
Te invito a leer sobre qué ver en Llafranc para saber más

Begur
Si continúas el Camino de Ronda desde Llafranc y el complejo de Sant Sebastiá de la Guarda hacia el norte, tarde o temprano llegarás a Begur. Es un pueblo situado unos kilómetros hacia el interior muy bonito y con mucha historia, pues ya los íberos se establecieron allí. Hoy en día sus calles tienen un aire medieval, ya que conserva su castillo, varias torres antiguas y en las construcciones predomina la piedra. Además, tiene muchas calas y acantilados preciosos en su zona.

Palamós
En caso de querer ir hacia el sur, la siguiente localidad después de Calella es Palamós. Es uno de los pueblos que más me sorprendió de todos los que visité en la zona, pues más allá de su centro histórico, tiene unas playas preciosas. La Fosca, con las ruinas del castillo de Sant Esteve y sus aguas de un azul claro intenso, y cala Castell, con las ruinas de otro poblado íbero y rodeada de vegetación, son dos lugares perfectos para disfrutar del mar y las vistas al Mediterráneo.
Te cuento más en el post sobre qué ver en Palamós

Dónde dormir en Calella de Palafrugell
Como Calella es una localidad muy interesante y bonita, te recomiendo quedarte a pasar la noche para disfrutarla con calma. Yo me quedé a dormir una noche durante mi recorrido del GR92 por la Costa Brava en el Hotel Sant Roc, en una zona muy bonita con preciosas vistas al mar, las calas y el pueblo. Tiene también restaurante e incluye desayuno, que lo puedes tomar con unas bonitas vistas al mar.

Espero que ahora tengas más claro qué ver en Calella de Palafrugell y alrededores. Es un destino perfecto para hacer una escapada sola, relajarte y disfrutar del mar y sus calas sin renunciar a conocer algo de cultura e historia. ¡Que disfrutes del viaje!
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