En este post voy a contarte cuáles son, para mí, los lugares imprescindibles que ver en el barrio del Eixample de Barcelona. Algunos son los lugares más visitados por los turistas; otros, no tanto, y por ello merece mucho la pena descubrirlos. ¡Toma nota para tu próxima visita a la ciudad!
El distrito del Eixample nace con el derribo de las murallas de la ciudad medieval de Barcelona. Corría el año 1855 cuando el ingeniero Ildefons Cerdá presentó un proyecto para urbanizar todos esos terrenos extramuros creando una ciudad de amplias calles y espacios abiertos, con una geometría muy clara.
Cuenta con 6 barrios y algunas de las vías más importantes de la ciudad lo cruzan, como la avenida Diagonal o la Gran Vía de las Cortes Catalanas. Hoy en día es el corazón de la ciudad y el distrito más poblado de Barcelona. Allí se encuentran también los lugares más turísticos, como la Sagrada Familia o el Paseo de Gracia, así como otros que pueden llegar a pasar desapercibidos para muchos visitantes y que también he querido incluir en este listado.
Si deseas visitar otros barrios de la ciudad, no te pierdas el post sobre qué hacer en Barcelona
Sagrada Familia
La Sagrada Familia es el monumento más icónico de Barcelona y una de las obras arquitectónicas más impresionantes del mundo. Diseñada por el célebre arquitecto Antoni Gaudí, su construcción comenzó en 1882 y aún sigue en proceso, convirtiéndola en la iglesia en construcción más famosa de la historia. La Sagrada Familia es un reflejo del estilo único de Gaudí, combinando el modernismo catalán con influencias góticas y orgánicas inspiradas en la naturaleza. Además de ser un lugar de culto, es una de las atracciones turísticas más visitadas de España y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Qué ver en la Sagrada Familia
Aunque aún no esté acabada, al visitar la Sagrada Familia puedes descubrir muchos de sus rincones. Desde los detalles de las fachadas ya terminadas hasta las vistas desde sus torres. Poco a poco la obra va completándose y nos vamos haciendo una idea de cómo lucirá en unos años. ¿Qué se puede visitar por ahora?
Las fachadas
Admirar la Sagrada Familia desde fuera ya te dejará con la boca abierta, y más ahora que las torres centrales (aún en construcción) comienzan a asomar sobre las torres ya acabadas. Si te acercas, podrás admirar desde las vallas algunos detalles de las fachadas ya acabadas. Además, verás que no tienen nada que ver una con otra.
La fachada del Nacimiento, que representa los primeros años de Jesús, es la que se encuentra en la zona de la entrada de las visitas. Fue la primera en construirse y se nota en los detalles, con una estética rugosa, con mucha predominancia de los elementos modernista y esa unión con la naturaleza.
Al otro lado, la fachada de la Pasión tiene una estética más minimalista y rompedora a la vez. Se centra en la Pasión de Cristo y destaca la zona piramidal con columnas que se asemejan a huesos y que sostienen la cruz. Esta fachada se completó en 2018 y la cruz fue la última pieza en añadirse.
El interior
La parte más impresionante al visitar la Sagrada Familia es, sin duda, el interior del templo. Debido a sus dimensiones, con 5 naves de hasta 90 metros de largo y sus 60 metros de altura, hará que te sientas pequeñita.
Pasear por el interior es como estar en un bosque, en el que las columnas son altísimos árboles y las vidrieras esos huecos entre las ramas que lo llenan todo de luz y color, especialmente en los días soleados. No dejes de fijarte en los detalles, como el baldoquino del altar mayor o los iconos representando a los apóstoles. No te dejarán indiferente.
La cripta
Un lugar quizá no tan conocido de la Sagrada Familia es su cripta. Se encuentra bajo el altar mayor y allí hay otra capilla más pequeña. Sin duda, debes bajar a visitarla porque allí es donde se encuentra la tumba de Antoni Gaudí, el arquitecto que diseñó la basílica y que, si ya has leído algo de Barcelona, sabrás que fue el genio que elevó al modernismo catalán a su máxima expresión.
El museo
Otro lugar que se puede visitar en la Sagrada Familia es el museo en el que se recoge la historia del templo. Allí podrás ver maquetas de diferentes elementos del edificio, cómo Gaudí fue ideando esta obra de arte y fotografías de cómo ha ido evolucionando la construcción, incluso cuando apenas se empezaban a levantar las primeras paredes en un campo donde no había nada en lo que, entonces, eran las afueras de la ciudad.
Las torres
Por último, la última zona que ha abierto al público han sido las torres. No se trata de las torres centrales, que aún están en construcción, sino de las que se sitúan sobre las fachadas. Desde arriba puedes tener unas buenas vistas de Barcelona, además de comprobar en primera fila cómo van las obras de finalización del templo.
Hospital de Sant Pau
Muy cerca de la Sagrada Familia se encuentra el hospital de Sant Pau (también llamado Recinto Modernista de Sant Pau), que se construyó a principios del siglo XX y fue diseñado por Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales arquitectos del Modernismo catalán. Se inspiró en los hospitales más avanzados de los países vecinos, creando un recinto con diferentes pabellones rodeados de jardines, para lograr un espacio higiénico y agradable.
El hospital estuvo en funcionamiento hasta 2009, cuando se inauguró un nuevo hospital junto al recinto Modernista con más capacidad y unas instalaciones más acordes a la época en que vivimos. Ahora se ha restaurado y convertido en museo, y se pueden visitar tanto los pabellones, como los jardines y el edificio de la Administración, que tiene unos interiores muy bonitos.
Casa Batlló
Una de las calles más concurridas de Barcelona es el Paseo de Gracia, una amplia avenida repleta de tiendas y edificios tanto de oficinas, como hoteles o joyas arquitectónicas modernistas. Antiguamente comunicaba la Barcelona antigua con la Villa de Gracia y por ella discurría el tranvía que las conectaba.
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Con el desarrollo industrial se convirtió en el centro de residencia de la burguesía catalana y sigue siendo una de las zonas más cotizadas de la ciudad. Así, allí podrás ver espectaculares casas modernistas, y una de ellas es la Casa Batlló, que probablemente sea el edificio más curioso y preciado de todo el Paseo de Gracia debido a su fachada.
Fue adquirida en 1903 por D. Josep Batlló, empresario textil, quien contrató a Gaudí para llevar a cabo la reforma de la casa. La huella del modernismo se deja sentir en todas partes, desde los curiosos balcones hasta la barandilla de la escalera o las formas de las ventanas del salón principal.
Qué ver en la Casa Batlló
Visitar la Casa Batlló es dejar volar la imaginación, tal y como lo hizo Gaudí en su día. En el recorrido por la casa tendrás una audioguía que te explica cada rincón, pero hay varios lugares a los que deberías prestar más atención.
La fachada
Lo primero que verás y que va a captar toda tu atención al caminar por el Paseo de Gracia es su fachada. Increíblemente colorida por el efecto del trencadís, una técnica que Gaudí utilizaba mucho componiendo mosaicos con piezas de cerámica, de inmediato de transportará a la naturaleza.
Los balcones están adornados con una especie de antifaces, que a mi me recuerdan a los ojos de los búhos, y el tejado tiene escamas, como si se tratase de un dragón. De hecho, existe una teoría que dice el edificio representa la leyenda del dragón y Sant Jordi, el patrón de Cataluña, quien mataría al animal para liberar a su princesa y al pueblo.
La planta Noble
También desde fuera podrás observar el gran ventanal de la planta Noble, donde se situaría el salón principal de la casa. Se trataría de un espacio para ver y ser visto, según lo describieron en la época, pues situándose en la ‘Manzana de la discordia’ había que mostrar el poder que se tenía.
Una vez dentro, cuando realices la visita, podrás visitar este espacio y ocupar el lugar en el que ver y ser vista. Eso sí, la casa está vacía de muebles, así que tendrás que hacer un esfuerzo creativo para imaginar cómo sería ese momento a principios del siglo pasado.
El patio de luces
El patio de luces es una parte importante de Casa Batlló, y es que, gracias a él, se distribuye la luz por todas las estancias. Está revestido de azulejos de color azul en diferentes tonalidades, lo cual puede parecer curioso, pero tiene una explicación.
En los pisos inferiores las ventanas son grandes y los azulejos en tonos más claros, para que puedan reflejar mejor la luz y entre más claridad en aquellas zonas de la casa menos expuestas al sol. Mientras, en los pisos superiores las ventanas son más pequeñas y los azulejos más oscuros.
La azotea
La visita termina en la azotea, donde podrás contemplar más de cerca el efecto dragón de sus tejas curvas y coloridas. Para llegar a ella primero pasarás por el desván, que con sus bóvedas blancas parece recordar a un costillar. ¿Serán las costillas del dragón?
En la azotea, además de observar al dragón, podrás ver las curiosas chimeneas con sus formas curvas. Además, podrás disfrutar de las vistas sobre el Paseo de Gracia y Barcelona.
Casa Amatller
Justo al lado, rivalizando por ver qué casa es más bonita, se encuentra la Casa Amatller, otra obra modernista digna de admirar y visitar. En esta ocasión el edificio fue diseñado por Josep Puig i Cadafalch, quien ideó una fachada escalonada que en lo más alto escondía el taller de fotografía de Antoni Amatller, el dueño del edificio y dueño de una importante fábrica de chocolate.
Si por fuera es espectacular, por dentro lo es aún más. Desde que entres al vestíbulo te transportarás a otra época. Podrás observar las finas decoraciones de la piedra en el vestíbulo, los detalles geométricos de los pasillos de la casa, los trabajos de vidrio en las puertas de la planta Noble y, lo más importante, el mobiliario y las colecciones originales de la época en que Amatller y su hija Teresa residían en la casa. ¡Es preciosa!
La Pedrera
También en el Paseo de Gracia, unos metros más arriba de las Casas Batlló y Amatller, se encuentra la Pedrera, también conocida como Casa Milà. Construida entre 1906 y 1912, esta impresionante edificación fue encargada a Gaudí por el empresario Pere Milà y su esposa Roser Segimon como un edificio residencial innovador. Su diseño rompió con las normas arquitectónicas de la época, destacando por su fachada ondulante de piedra y sus balcones de hierro forjado con formas orgánicas, que evocan la naturaleza. La ausencia de líneas rectas y la integración de elementos naturales hacen que La Pedrera sea un ejemplo excepcional de la creatividad de Gaudí, convirtiéndola en una de las obras más admiradas del mundo. En su interior, el edificio también es revolucionario, con un diseño funcional basado en un patio central que permite la entrada de luz natural a todas las viviendas.
Actualmente, funciona como un centro cultural donde se realizan exposiciones, conferencias y actividades artísticas. Su azotea es uno de sus puntos más fascinantes, con chimeneas de formas escultóricas que parecen figuras surrealistas y ofrecen una vista panorámica única de Barcelona. La casa representa la culminación de la creatividad de Gaudí antes de dedicarse por completo a la Sagrada Familia, siendo el último edificio civil que diseñó.
Museo Egipcio de Barcelona
El Museo Egipcio de Barcelona es uno de los pocos museos en España dedicados exclusivamente a la civilización del Antiguo Egipto y una referencia en Europa para los amantes de la egiptología. Alberga una colección de más de 1.200 piezas, entre sarcófagos, momias, joyas, esculturas y objetos cotidianos que permiten conocer en profundidad la vida, la religión y los rituales funerarios de los egipcios. Fundado por la Fundación Arqueológica Clos, el museo no solo ofrece una exposición permanente, sino también visitas guiadas, talleres y actividades educativas que acercan al público a esta fascinante civilización milenaria.
Casa de les Punxes
Siguiendo el Paseo de Gracia hacia arriba, llegarás a la Avenida Diagonal, que cruza prácticamente toda Barcelona. Allí te encontrarás con la Casa de les Punxes, un edificio modernista con aspecto de castillo por sus torres puntiagudas. Es obra de Josep Puig i Cadafalch, uno de los máximos exponentes del modernismo catalán, y la casa fue un encargo de Bartomeu Terradas, empresario del textil, para sus hijas. El resultado fue espectacular.
Universitat de Barcelona
El Edificio Histórico de la Universitat de Barcelona es una de las sorpresas que te encontrarás en el Eixample. Inaugurado en 1871 y diseñado por el arquitecto Elies Rogent, su interior alberga impresionantes patios, como el Patio de Letras y el Patio de Ciencias, además de majestuosas salas como el Paraninfo, que ha sido testigo de importantes actos académicos. Además, es posible conocer el fondo de reserva, donde se custodian libros antiquísimos de incalculable valor.
Es posible visitarlo de manera gratuita, aunque solo se realiza una vez a la semana. Para saber qué día será la próxima visita e inscribirte (condición necesaria), aquí te dejo la página de la Universidad.
Mercado de Sant Antoni
El Mercado de Sant Antoni es uno de los mercados más grandes y emblemáticos de Barcelona, con una historia que se remonta al siglo XIX. Diseñado por el arquitecto Antoni Rovira i Trias e inaugurado en 1882, su estructura modernista de hierro y vidrio lo convierte en un referente arquitectónico de la ciudad. Está ubicado en el barrio de Sant Antoni, siendo durante décadas un punto clave para el comercio local. Tras una profunda restauración finalizada en 2018, el mercado ha recuperado su esplendor original. Además, los domingos por la mañana se pone la feria de libreros. ¡Pásate por allí si puedes!
Antigua prisión de La Modelo
Un último lugar intersante que conocer en el Eixample de Barcelona es la Antigua Prisión de La Modelo. Fue una de las cárceles más emblemáticas y controvertidas de España, funcionando como centro penitenciario desde 1904 hasta 2017. Diseñada con un sistema panóptico que permitía la vigilancia total desde un punto central, La Modelo albergó a miles de presos a lo largo de su historia, incluidos opositores políticos durante la dictadura de Franco.
Su cierre en 2017 marcó el fin de una etapa oscura en la historia de la ciudad, y desde entonces, el espacio se ha convertido en un centro de memoria histórica y un lugar de actividades culturales. Hoy en día, se pueden realizar visitas guiadas para conocer su historia, su arquitectura y las condiciones de vida de los presos, convirtiéndola en un testimonio vivo de la evolución del sistema penitenciario y de los derechos humanos en España. Tienes más información aquí.
Espero que estos 10 lugares diferentes que visitar en el barrio del Eixample de Barcelona hayan llamado tu atención y te animes a visitar la ciudad. Sin duda, además de atracciones turísticas este distrito esconde historia que no se ve a simple vista y está esperando a que la descubras.
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