Qué ver en Nara en un día: mi ruta y consejos

Nara es una ciudad imprescindible en Japón que destaca por su historia, sus templos y, cómo no, sus ciervos. Aquí te recomiendo qué ver en Nara en un día, la duración perfecta para disfrutar de esta tranquila ciudad japonesa. Yo la visité durante mi viaje sola en marzo de 2024 y en este post te voy a contar mi ruta y dar algunos consejos para que la disfrutes al máximo.

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Qué ver en Nara en un día

Nara no puede faltar en tu ruta por Japón. Es una ciudad pequeña y tranquila que puedes visitar en un día perfectamente. Mucha gente la visita en el día desde Kioto a modo de excursión. En mi caso, fui precisamente desde Kioto, pero quedándome a dormir allí una noche. Lo hice en la Guesthouse Nara Komachi y te lo recomiendo, ya que es un hotel estilo japonés (ryokan) muy económico y bien situado.

Llegué a la ciudad a mediodía y el dueño del hotel me aconsejó la ruta que hacer. Además, me habló de un festival que se celebraba esos días por la noche, pudiendo ver así un ritual tradicional japonés. ¡Si hubiera vuelto a Kioto me lo hubiera perdido!

A continuación te muestro la ruta qué hice y qué lugares visité, y también te dejo el mapa de Japón en el que tengo marcado todo, incluidos los puntos de interés de Nara:

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Templo Kofuku-ji

Mi primera parada fue el templo Kofukuji. Es uno de los templos más importantes y antiguos de Nara, ya que fue fundado en el año 669. Kofuku-ji fue originalmente construido en Kioto por Kagami-no-Ōkimi, la esposa de Fujiwara no Kamatari, fundador del clan Fujiwara. Posteriormente, en el año 710, fue trasladado a Nara cuando la capital se estableció en esta ciudad.

Entre los puntos más interesantes se encuentran su salón central y su pagoda de 5 pisos, que es una de las más altas de Japón con 50 metros de altura. Aunque el templo estaba en restauración cuando yo lo visité, sí se podía acceder al museo con una colección de estatuas que son considerados Tesoros Nacionales de Japón.

Salón central del templo
El salón central es el edificio principal de este complejo religioso

Jardines Isuien

Caminando y a pocos metros del templo te encontrarás con estos jardines que son unos de los más bonitos y representativos de la tradición japonesa. El nombre «Isuien» significa «jardín fundado sobre el agua» y fue creado por un comerciante de la ciudad durante el periodo Meiji.

La entrada cuesta 1200 yenes (casi 7€) y dentro, además de bonitos paisajes con lagos y cuidados jardines, puedes entretenerte en varios puntos de interés. Por ejemplo, hay varias casas de té donde se puede experimentar la ceremonia del té japonesa, además de poder visitar el Museo Neiraku, donde se exhiben objetos antiguos (cerámicas chinas, utensilios de té…).

Templo Todai-ji

Tras visitar el jardín, te recomiendo visitar el templo Todaiji, conocido por su gran estatua de Buda. La entrada me costó 600 yenes (unos 3,5€) y merece la pena porque además es uno de los templos budistas más importantes de Japón.

El templo fue fundado en el año 752 por el emperador Shōmu como el principal templo budista del país. Se convirtió en un símbolo de unión del país a través de esta religión, estableciendo Todai-ji como el templo principal de una red de templos provinciales.

El edificio más emblemático del complejo, el Daibutsuden, alberga la estatua del Gran Buda de Nara (Daibutsu). Mide 15 metros de altura y pesa alrededor de 500 toneladas, lo que la convierte en una de las estatuas de Buda más grandes del mundo.

Gran Buda dentro del templo
Salón del Gran Buda del templo Todaiji

Templos Nigatsu-do y Sangatsu-do

El templo Todaiji tiene dos templos más dentro de su recinto que también tienen historia. Se trata de Nigatsudo y Sangatsudo. El primero fue construido en el año 752, pero ha sido reconstruido varias veces debido a incendios y daños. La estructura actual data de 1669. Mientras, el segundo es la estructura más antigua que permanece en el complejo de Todai-ji en su forma original, datando del año 733.

Nigatsudo significa «Sala del Segundo Mes» en japonés, nombrado así porque su principal ceremonia, Omizutori (también conocido como Shuni-e), se celebra en el segundo mes del antiguo calendario lunar japonés. Durante el Omizutori se llevan a cabo rituales de purificación y los monjes encienden enormes antorchas que llevan alrededor del balcón del templo. Justo estuve en Nara en marzo y pude disfrutar de este espectáculo. Si visitas Nara en ese mes, no dudes en acudir y conocer un poquito mejor una de las tradiciones más antiguas de Japón (¡se celebra desde hace más de 1200 años!).

Ceremonia del Omizutori en Nara
El festival Omizutori con las antorchas iluminando la noche

Por su parte, Sangatsudo significa «Sala del Tercer Mes» en japonés. Sin embargo, a diferencia de Nigatsudo, su nombre no está directamente relacionado con una ceremonia específica. Lo que sí alberga es una valiosa colección de estatuas budistas, algunas de las cuales son consideradas Tesoros Nacionales de Japón.

Ciervos de Nara

En cuanto comiences a caminar entre los templos y jardines del Parque de Nara los verás por cientos. Los ciervos de Nara son el símbolo de la ciudad y se han convertido en su mayor atracción turística, ya que dan mucha ternura. Se consideran mensajeros de los dioses en la religión sintoísta y, por ello, los ciervos están protegidos y se mueven libremente por el parque.

Una de las cosas que hacer en Nara es interactuar con ellos. Puedes comprar unas galletas especiales para ciervos y alimentarlos. En general son amigables y se han acostumbrado a la presencia humana, aunque también te digo que los hay educados y otros que no.

Yo compré unas galletitas y en cuanto me vieron con ellas varios ciervos vinieron enseguida a por mí reclamando su comida. Normalmente te hacen una reverencia antes para pedirte que les des la galleta y son pacientes, pero estos no lo eran. ¡Hasta se me puso uno de pie! Así que, sí, dales de comer, pero ten en cuenta que son animales salvajes y te pueden atacar si no les das su comida.

Yo dándoles galletas a los ciervos
Dos ciervos reclamando sus galletitas

Templo Kasuga Taisha

Después de alimentar a los ciervos, me dirigí al templo Kasuga Taisha. Es uno de los santuarios sintoístas más importantes y venerados de Japón y fue fundado en el año 768 durante el período Nara, tiempo en que la ciudad fue la capital. Se distingue por sus numerosas linternas de piedra y bronce que adornan los caminos que conducen al santuario y los edificios dentro del complejo. Estas linternas son donaciones de devotos y simbolizan la iluminación espiritual.

Uno de los eventos más destacados del santuario es el festival Mantoro. Se celebra dos veces al año (Setsubun Mantoro en febrero y Obon Mantoro en agosto) con miles de linternas iluminando los senderos y el santuario. Por fechas yo no lo vi, pero apúntalo si vas a viajar en esos meses en los que se celebra. ¡Debe ser muy bonito!

Salón central del templo
No pude visitar bien el templo porque estaban preparando una ceremonia y, por ejemplo, el salón principal estaba cerrado

Calles Sanjodori e Higashimuki

Ya fuera del parque de Nara, puedes pasear por las calles Sanjodori e Higashimuki, que son dos importantes arterias comerciales y turísticas en la ciudad de Nara. Ambas calles están situadas en el centro y están repletas de tiendas, restaurantes y cafeterías, siendo un buen lugar para tomar algo o comprar algún souvenir.

Ya ves que hay varias cosas que visitar en Nara de lo más interesante más allá de sus conocidos ciervos. Es Patrimonio de la Humanidad y está muy cerca de Kioto y Osaka, así que es perfecta para pasar un día diferente en Japón. Si necesitas más información, aquí te dejo mis stories del viaje por Japón donde muestro mi paso por Nara:

Este artículo pertenece a la guía para viajar sola a Japón.

Estela Gómez

Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.

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