Gracias a sus Sanfermines se ha convertido en una de las ciudades españolas más conocidas internacionalmente y, aunque aún no he tenido ocasión de visitarla durante esta fiesta, sí pude recorrerla con motivo de otra actividad igualmente popular: el Camino de Santiago.
Para que puedas sacarle provecho a tu visita sea cual sea el motivo de tu viaje, aquí te cuento qué ver en Pamplona en un día, el tiempo justo para visitar sus principales monumentos y llevarte una buena idea de cómo es la capital navarra.
Pamplona fue para mí el final de mi segunda etapa del Camino Francés desde Roncesvalles. Lo hice en la primavera de 2021 y me pareció una buena época para conocer la ciudad, pues está tranquila y es posible disfrutar de sus monumentos o conseguir sitio para tomar unos buenos pinchos sin agobios. Si también pasarás por la ciudad brevemente como lo hice yo, aquí van esos lugares que no te puedes perder.
Qué ver en Pamplona en 1 día
Dentro del casco viejo de Pamplona hay muchos monumentos, edificios y calles emblemáticas por visitar, tanto relacionadas con San Fermín, como con el Camino o con otros momentos de la historia de la ciudad y de Navarra. De hecho, antes de comenzar a repasar estos 15 lugares que visitar en Pamplona, me gustaría realizar un apunte histórico.
Durante la Edad Media Pamplona estaba dividida en tres burgos, es decir, tres poblaciones vecinas. Se llamaban Ciudad de la Navarrería, Burgo de San Cernín y Población de San Nicolás. En ocasiones sus relaciones no eran del todo buenas, así que para apaciguar los ánimos Carlos III de Navarra dictó en 1423 el Privilegio de la Unión, por el cual los tres burgos se convertirían en una sola entidad, dando lugar a la ciudad de Pamplona.
Si no tienes mucho tiempo para visitar la ciudad, lo que puedes hacer es unirte a un free tour o realizar una visita guiada para conocer las principales atracciones turísticas y la historia del lugar. Ya después, si dispones de más tiempo y quieres explorar más, puedes recorrer el resto de la ciudad por libre y sorprenderte con lo bonitas que son sus calles. ¡A mí me encantó!
Plaza del Castillo
Un buen punto de partida para comenzar a visitar Pamplona es su Plaza del Castillo. Es la principal plaza de la ciudad en la actualidad y siempre está muy animada. Además de ser escenario de muchas actividades culturales, en sus alrededores hay muchos bares para salir de pinchos donde tomar un vino y probar las especialidades gastronómicas de la zona. Algunos de los más famosos son el Café Iruña, el Baserriberri, el Marrano o el Bar Gaucho. Probé algunos pinchos tanto en el Café Iruña como en el Bar Gaucho y me gustaron mucho.
El nombre de la plaza se debe a que antiguamente allí se ubicaría un castillo que desaparecería al levantarse otros nuevos sistemas defensivos alrededor de la ciudad. Actualmente es un espacio amplio y bastante grande, y sirve de nexo de unión entre el casco viejo y el ensanche de Pamplona. Sus edificios, aunque todos son porticados, pertenecen a diferentes épocas arquitectónicas, por lo que merece la pena dedicar un tiempo a observarlos todos y dejarse sorprender por sus variadas fachadas.
Calle Estafeta
En paralelo a la Plaza del Castillo discurre la calle más famosa de Pamplona: la calle Estafeta. Es una de las calles del centro histórico por las que transcurren los encierros en Sanfermines, y estoy segura de que habrás visto muchas veces las imágenes de los balcones de los edificios abarrotados de gente viendo a los corredores pasar delante de los toros. Pues bien, cuando no hay encierros es una calle tranquila, repleta de pequeñas tiendas y bares, ideal para pasearla sin prisas.
Catedral de Pamplona
Al llegar al final de la calle Estafeta, si miras hacia la derecha verás las torres de la Catedral de Pamplona. Está dedicada a Santa María de la Asunción y es el conjunto monumental de estilo gótico más importante de Navarra. Se ubica en la zona más alta de la ciudad, donde estaba la Ciudad de la Navarrería, que es también la parte más antigua de la capital.
Aunque su origen es incierto, se sabe que se levanta sobre el centro de lo que en su día fue la ciudad romana y se tiene constancia de su existencia al menos desde el siglo X. Ahora bien, el aspecto actual es fruto de una serie de ampliaciones y restauraciones y, por ejemplo, la fachada de la Catedral es de estilo neoclásico, diseñada en el siglo XVIII. Dentro destacan su claustro gótico del siglo XIV, uno de los más significativos de toda Europa en ese estilo, o el sepulcro del rey de Navarra Carlos III El Noble y su esposa Leonor de Trastámara. La entrada para visitar la Catedral cuesta 5 euros.
Calle Redín
Junto a la Catedral se encuentra una de las calles más bonitas que conocer en Pamplona. Se trata de la calle Redín y conserva muy bien el encanto que debió tener la ciudad en épocas pasadas. Este pequeño rincón de la capital navarra ha sobrevivido al paso del tiempo y la modernización de la ciudad, con sus casitas de piedra cuyas ventanas están adornadas por flores y un pasadizo que utilizaban las monjas del Convento de las Siervas para cruzar la calle sin romper su clausura.
Al final de la calle llegarás hasta una plaza y un tramo de las murallas de Pamplona. Te animo a que te asomes al mirador del Caballo Blanco en el baluarte del Redín para poder disfrutar con las vistas al río Arga y las montañas que rodean la ciudad por la parte norte.
Portal de Francia o Zumalacárregui
Uno de los lugares más interesantes que podrás ver desde el baluarte del Redín es el Portal de Francia o Portal de Zumalacárregui. Por allí verás subir a los peregrinos que llegan a la ciudad realizando el Camino de Santiago, y es que esta puerta era por donde entraban a la ciudad históricamente los viajeros provenientes del país vecino. Antiguamente la ciudad amurallada tenía 6 puertas de entrada y ésta es la única que se conserva en su emplazamiento original.
Palacio de los Reyes de Navarra
Otro lugar histórico de Pamplona es el antiguo Palacio Real. Navarra fue un reino durante varios siglos y era en este edificio donde residía su poder. Se construyó en el siglo XII y hoy se ha restaurado de la mano de Rafael Moneo para acoger el Archivo General de Navarra y varias exposiciones temporales cuyo fin es divulgar el contenido de esos documentos históricos.
Museo de Navarra
Para seguir conociendo la historia de la región, te animo a visitar también el Museo de Navarra. Tiene una colección permanente con objetos que van desde la Prehistoria hasta la actualidad, destacando mosaicos romanos, capiteles románicos o la arqueta de Leyre, una joya del arte islámico del siglo XI que procede del Monasterio de Leyre.
Hornacina de San Fermín
A apenas unos pasos del museo, en la Cuesta de Santo Domingo, hay un lugar muy importante para las Fiestas de San Fermín que puede llegar a pasar desapercibido si no sabes que está ahí. En una pared de piedra hay una pequeña hornacina con la imagen del santo que da nombre a las fiestas más populares de la capital navarra.
Cada día de los Sanfermines, antes del encierro, los corredores se congregan frente a la hornacina para pedir la protección del santo en la carrera. Seguro que lo has visto más de una vez por la televisión, y el cántico dice así: «A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición».
Ayuntamiento de Pamplona
Otro lugar emblemático en Pamplona es su ayuntamiento. Tiene un papel fundamental también en los festejos, pues desde su balcón se da el chupinazo que marca el inicio de las Fiestas de San Fermín. La plaza, que es bastante pequeña, se llena de gente para disfrutar de ese momento tan especial cada 6 de julio.
Iglesia de San Saturnino
Muy cerca del ayuntamiento te encontrarás con una iglesia muy singular, la de San Saturnino. Llama la atención por su aspecto defensivo, y es que sus torres, que son de la época medieval, tuvieron esa función siglos atrás. También se la conoce como iglesia de San Cernín, San Saturnino en occitano y nombre que tenía el burgo al que pertenecía el templo en la época medieval.
San Saturnino era obispo de Toulouse y llegó a Pompaelo en el siglo III para evangelizar la ciudad. Allí bautizó a sus primeros cristianos, entre los que estaba San Fermín, quien llegó a ser el primer obispo de la capital navarra y posteriormente de Amiens, en Francia.
Debido a las famosas fiestas, San Fermín es mucho más conocido que San Saturnino, pero ¿sabías que el patrón de Pamplona es San Saturnino y no San Fermín? Su festividad se celebra el 29 de noviembre y su imagen se puede ver en la iglesia que lleva su nombre.
Iglesia de San Lorenzo
De una iglesia a otra, la de San Lorenzo, donde se encuentra la imagen de San Fermín. En la Edad Media esta iglesia formaba parte de las edificaciones defensivas de la ciudad, pero de aquella época apenas queda nada y hoy en día lo más reseñable es, de hecho, la capilla del santo. Aunque no sea el patrón de Pamplona, sí es copatrón de Navarra (junto con San Francisco Javier) y merece la pena acercarse a contemplar su talla.
Ciudadela de Pamplona
Como has visto antes desde el baluarte del Redín, las murallas de Pamplona están muy bien conservadas. Además, hay muchos restos de las antiguas fortificaciones de la ciudad y quizá el conjunto más impresionante sea el de la Ciudadela. Construida en el siglo XVI, la función militar y defensiva ha dado paso a un gran espacio verde, perfecto para pasear y disfrutar de los recovecos formados por sus muros.
Parque Yamaguchi
No muy lejos de allí hay otro espacio ajardinado muy curioso. En esta ocasión se trata de un Jardín Japonés, diseñado en 1997 por paisajistas japoneses para celebrar el hermanamiento de Pamplona con la ciudad nipona de Yamaguchi. El patrón de Navarra San Francisco Javier evangelizó esta ciudad en el siglo XVI, de ahí los lazos entre ambas urbes.
Iglesia de San Nicolás de Bari
Otro iglesia muy curiosa en el centro de Pamplona es la de San Nicolás de Bari. También es un templo histórico, levantando en el siglo XII y con fines defensivos. Conserva de hecho una de las torres de defensa que llegó a tener en el pasado y eso le da aún un aire de fortaleza. Era la principal iglesia de la Población de San Nicolás, uno de los tres burgos que dieron origen a Pamplona.
Monumento al Encierro
Para terminar con este recorrido por Pamplona, te propongo adentrarte en las calles comerciales de la ciudad, pero no para ir de compras, sino para ver otro lugar relacionado con los Sanfermines. Se trata del Monumento al Encierro, una obra de bronce del escultor bilbaíno Rafael Huerta que recoge una imagen típica de las fiestas, la de los mozos corriendo delante de los toros por las calles de la ciudad.
Una vez hayas terminado esta ruta por la capital navarra, puedes quedarte por la zona de tiendas si quieres entretenerte, o volver a la Plaza del Castillo y sus calles aledañas para tomar unos ricos pinchos. ¡Te lo has ganado!
Cómo llegar a Pamplona
Pamplona es la capital de Navarra y se ubica más o menos en el centro de la región. Levantada a orillas del río Arga sobre una elevación del terreno, históricamente ha sido un cruce de caminos y una ciudad importante a nivel estratégico, político y comercial. Su nombre deriva de la época romana, cuando se llamaba Pompaelo, y en euskera se llama Iruña, nombre documentado desde el siglo X.
La ciudad se encuentra en el norte de España y está bien comunicada con las ciudades y regiones vecinas. Lo más habitual es viajar a Pamplona por carretera, aunque también es posible hacerlo en tren, en avión y a pie siguiendo el ya mencionado Camino de Santiago.
En mi caso viajé a Pamplona precisamente con motivo del Camino. Viajé primero en tren desde Valladolid, visité la ciudad y dormí allí, y al día siguiente tomé el autobús hacia Roncesvalles para iniciar la peregrinación. Después volví a pasar por allí realizando el Camino, durmiendo otra noche más en la ciudad.
Ir a Pamplona en coche
Una forma rápida de viajar a Pamplona es hacerlo en tu propio coche. Una serie de autovías y autopistas la conectan con otras ciudades de los alrededores haciendo que sea muy fácil incluirla una ruta por el norte o simplemente visitarla a modo de escapada desde cualquiera de ellas. La A12 conecta Pamplona con Logroño y parte de La Rioja, la A21 con Jaca y la AP15 (de peaje) con San Sebastián por el norte y con Tudela y la A68 por el sur (autovía entre Zaragoza y Logroño).
Cómo llegar a Pamplona en tren y autobús
Si dependes del transporte público, entonces podrás viajar tanto en autobús como en tren. La estación de autobuses está algo más cerca del centro, junto a la Ciudadela de Pamplona, mientras que la de tren está un poquito más alejada.
Si optas por el tren, debes saber que aún no llega la alta velocidad, aunque sí hay trenes de media distancia y largo recorrido para poder llegar a Pamplona desde muchas otras ciudades. Algunas de las ciudades conectadas por tren con la capital navarra son Madrid, Barcelona, Zaragoza, Burgos, Valladolid o Salamanca.
En cuanto al autobús, hay muchas empresas tanto a nivel nacional como regional que tienen trayectos a Pamplona desde muchas ciudades del centro y norte peninsular (Madrid, Bilbao, Logroño…). Algunos ejemplos son ALSA, Bilman, La Estellesa o La Unión.
Vuelos a Pamplona
Si vives en Madrid otra opción para viajar a Pamplona es hacerlo en avión, pues hay vuelos directos de Iberia. El viaje dura alrededor de una hora y es una forma rápida de llegar hasta tu destino.
El aeropuerto (PNA) está a unos 5 kilómetros al sur de la ciudad y no hay autobuses para ir hasta el centro. Ahora bien, existe un servicio de taxi compartido que cubre el trayecto entre el aeropuerto y el paseo Sarasate junto al centro de la ciudad. Si prefieres ir directamente a tu alojamiento puedes tomar un taxi o contratar un traslado previamente.
El Camino de Santiago por Pamplona
Por último, otra manera quizá no tan usual de llegar a Pamplona es caminando, aunque es una forma de viaje que sigue vigente desde hace siglos. Por allí pasa el Camino Francés, que es el Camino de Santiago que recorre el norte peninsular desde Roncesvalles, en la frontera con Francia, hasta Santiago de Compostela. Pamplona es el final de la segunda etapa del Camino, llegando ese día desde Zubiri.
El Camino atraviesa todo el centro de la ciudad, entrando por el Portal de Zumalacárregui. Recorre las calles Carmen, Navarrería y Mercaderes hasta la Plaza Consistorial para seguir después por la calle Mayor hacia los Jardines de la Taconera y la Ciudadela. Los peregrinos suelen dormir en Pamplona y al día siguiente seguir su ruta hacia Puente la Reina, el siguiente final de etapa.
Si tienes curiosidad, no te pierdas mi guía para hacer el Camino de Santiago sola.
Dónde te recomiendo dormir en Pamplona
Tanto si vas a visitar la ciudad con motivo del Camino de Santiago, como si vas a pasar unos Sanfermines o simplemente vas a recorrerla en un día haciendo una ruta por varios destinos, en Pamplona tienes muchos alojamientos a tu disposición. Hoteles, apartamentos, pensiones, hostels, albergues… Hay opciones para todos los bolsillos y estilos de viajes.
Yo pasé dos noches en Pamplona. La primera, de camino hacia Roncesvalles, pues tenía que esperar al día siguiente hasta que saliera el autobús. Ese día me quedé en el Aloha hostel, un alojamiento compartido a buen precio junto a la zona comercial de la ciudad y cerca de la estación de autobuses y la Ciudadela. Es un lugar agradable y cuenta con cocina.
Unos días después, cuando llegué a la ciudad en la segunda etapa el Camino, dormí en el Albergue de Pamplona. Es un albergue privado y está situado en la calle Carmen, en pleno centro. Cuenta con cortina en la cama, cajón para guardar tus cosas bajo llave, una pequeña cocina y lavadora y secadora.
Como ves, hay muchas cosas que hacer y que ver en Pamplona para pasar un día de lo más entretenido. Podrás conocer mejor sus tradiciones y fiestas, degustar su gastronomía, sumergirte en su historia o maravillarte con los paisajes que rodean la ciudad. Sin duda, es una gran opción para hacer una escapada o un alto en el Camino. En mis stories de Instagram sobre el Camino puedes ver más imágenes de la ciudad.
Este post pertenece a las guías para viajar sola por España y hacer el Camino Francés
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
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