Es la ciudad más grande del mundo y, como tal, puedes imaginarte que hay infinidad de cosas que hacer en Tokio. Para ponértelo un poco más fácil y que puedas visitar lo más interesante y popular, he preparado este post en el que te cuento la ruta que yo hice por la ciudad en 4 días (en realidad, 3 días y medio) y las dos excursiones que realicé cerca de la capital de Japón durante mi viaje sola en marzo de 2024. En total fueron 6 días de viaje a Tokio que te resumo a continuación. En el mapa de Japón puedes ver todo lo que visité en la ciudad.
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Día 1: Asakusa, Sumida y Ueno
El primer día de mi viaje a Tokio me dediqué a recorrer la zona tradicional de Asakusa, la zona del río Sumida junto con el Skytree y el parque de Ueno. Son barrios fácilmente accesibles en trayectos cortos de metro e incluso se puede ir paseando (por ejemplo, de Asakusa al Skytree).
Es una buena forma de tomar contacto con Tokio, ya que conocerás parte de su pasado, entrarás en contacto con la naturaleza (si vas en plena floración, hay varios puntos para disfrutarla en estos barrios) y podrás admirar lo inabarcable de esta ciudad desde la torre más alta de Japón, entre otras muchas cosas.
Mi ruta por Asakusa, Sumida y Ueno
Templo Senso-ji y calle Nakamise
El barrio de Asakusa es uno de los más tradicionales que ver en Tokio. Para empezar tu itinerario a pie por esta zona, te recomiendo ir a la Puerta Kaminarimon, reconocible por su gran farol de más de 3 metros de altura y por la gran cola que siempre hay para hacerse una foto allí.
Una vez lo atravesé, recorrí la calle Nakamise, una calle comercial donde puedes comprar souvenirs de todo tipo (palillos para comer, imanes, katanas…). Esta calle conecta la puerta del farol con el templo Senso-ji, que es uno de los más famosos de Tokio por ser el templo más antiguo de la ciudad. Se construyó en el siglo VII.
La entrada al templo Senso-ji es gratuita y allí puedes visitar varios edificios. Hay una gran pagoda y muchos puntos donde puedes adivinar tu suerte a cambio de 100 yenes (unos 60 céntimos de euro). A mí me salió muy buena fortuna y, aunque esto lo vi por todos los templos de Japón, no quise tentar más a la suerte y así quedarme con mi buena predicción.
Mirador de la oficina de turismo de Asakusa
Una vez recorras todo el entorno del templo, puedes volver por la calle Nakamise sobre tus pasos. Al atravesar de nuevo el Portón Kaminarimon, te recomiendo cruzar el paso de peatones y entrar en la oficina de turismo.
En la última planta tienen un pequeño mirador gratuito para ver toda la zona del templo Senso-ji, así como la siguiente zona a recorrer. A veces hay también alguna exposición gratuita, y además puedes aprovechar para pedir algún mapa o algo de información.
Río Sumida
Junto a Asakusa pasa el río Sumida, un popular punto para observar los cerezos en flor en primavera. En esa época incluso hay paseos en barco para contemplarlos. Yo visité Tokio justo antes, así que no lo vi en todo su esplendor, aunque sí que había alguno que otro ya floreciendo.
Puedes dar un paseo por allí y después cruzar a pie hacia el barrio de Sumida, al otro lado del río, para ir hacia la torre Tokio Skytree. También puedes coger el metro.
Torre Tokyo Skytree
Yo fui caminando junto a un pequeño canal (no sé el nombre, pero si ves un mapa lo verás claramente). Durante todo el recorrido iba viendo la torre al fondo y había también algunos arbolitos en flor. A los 15 o 20 minutos llegué al Skytree y subí para disfrutar de las vistas en 360º desde sus dos miradores a 350 y 450 metros de altura.
En este caso sí hay que pagar, aunque dependerá de si sacas la entrada con antelación o en el momento y de si vas a los dos miradores o solamente al primero. Si solamente subes al primero la entrada es más barata (unos 11 o 12 euros), y si quieres subir a los dos, cuesta unos 16€ sacando las entradas con antelación o 20€ si las compras el día de la visita. Yo no lo planifiqué bien, así que compré la entrada el mismo día en las taquillas para los dos miradores y acabé pagando de más. Si no quieres que te pase lo que a mí, aquí te dejo un enlace para que puedas sacar tu entrada con tiempo y un poco más barata que en el día de visita.
Asahi Skyroom
Después de esta visita, me acerqué de nuevo paseando hacia la zona de Asakusa para tomar el metro, pero antes, hice una parada más. Junto al río Sumida se encuentran las oficinas de la cerveza Asahi, una de las más populares en Japón.
En la última planta del edificio principal (planta 22) tienen un bar con vistas. Es algo más caro que los bares a pie de calle, pero las vistas hacen que la cerveza fresquita te sepa a gloria después de haber estado recorriendo ya muchos lugares.
Parque Ueno y Museo Nacional de Tokio
Una vez visitados Asakusa y Sumida, tomé el metro en Asakusa Station hacia Ueno Station. Allí al lado está el parque Ueno, un sitio muy conocido para ver cerezos en flor. Aunque no era temporada, sí había algunos árboles llenos de flores a la entrada del parque.
Además de cerezos en flor en Ueno hay varios museos, así que es una zona perfecta para visitar en un día de lluvia. A mí justo me empezó a llover en ese momento, así que aproveché para visitar el Museo Nacional de Tokio. La entrada cuesta 1000 yenes (unos 6€) y cuenta con una extensa colección de antigüedades y obras de arte asiáticas repartidas en varios edificios.
Como era el primer día y estaba cansada, sumado a la lluvia, ese día ya no visité nada más. Ahora bien, si tú aún tienes ganas, puedes aprovechar a visitar también el barrio de Akihabara esa tarde-noche y así ver cómo las luces se van encendiendo en la calle principal. Yo lo hice en el segundo día.
Día 2: Chiyoda, Ginza, Minato y Akihabara
En mi segundo día de ruta por Tokio, opté por conocer la parte más céntrica de la ciudad. Allí me encontré con restos del antiguo castillo de Edo (nombre que tuvo Tokio hasta 1868 y la revolución Meiji) y sus bonitos jardines. Después, me perdí por la enorme estación central de la ciudad, explorando varios puntos de interés dentro de la propia estación.
Ya por la tarde, me dirigí a Minato. Es el barrio donde se encuentra la famosa torre que se asemeja a la Torre Eiffel y que es uno de los emblemas de la ciudad, aunque vi algunos otros rincones de interés, algunos, de lo más curioso. Y para acabar el día, nada mejor que un paseo por Akihabara al caer el sol, uno de los rincones más llamativos de la capital japonesa (y, por qué no decirlo, también un poco friki). Fue un día de lo más completo y variado y me moví bastante en metro y tren siguiendo las indicaciones de Google Maps. Te recomiendo hacer lo mismo porque es una forma muy fácil de moverse de un sitio a otro.
Mi ruta por Chiyoda, Ginza, Minato y Akihabara
Jardines del Este del Palacio Imperial
Una buena forma de empezar el día es visitando los jardines que rodean al Palacio Imperial de Tokio (donde vive la Familia Real). La entrada es gratuita y libre y la puerta principal para acceder a estos jardines es la Puerta Ote-mon, donde hay un pequeño control de bolsos por seguridad.
Al cruzar la puerta, podrás perderte por numerosos caminos y jardines que esconden algunos puntos de interés, como las ruinas del castillo de Edo. Fue el centro de poder durante el periodo Edo (de 1603 a 1868), cuando gobernó la dinastía Tokugawa.
De la antigua fortaleza apenas quedan unas ruinas, pero su torre llegó a medir más de 50 metros, siendo un imponente edificio. En el parque, en la zona de las ruinas, hay un pequeño edificio donde se puede ver una maqueta de cómo era.
Más allá de esto, hay algunos laguitos formando jardines típicamente japoneses, así como zonas de floración, destacando la cuesta de los ciruelos. Hay algunas puertas de entrada más, pero yo te recomiendo salir de nuevo por Otemon para ir hasta el siguiente punto de la ruta dando un paseo.
Estación de Tokio
Puede parecerte raro que reseñe una estación de trenes como algo que visitar en Tokio, pero créeme si te digo que no es una estación cualquiera. Es, más bien, una ciudad subterránea. Bajo las vías hay una enorme zona comercial y algunas de sus «calles» se han hecho muy famosas.
Una de ellas es la Tokyo Character Street, que es un pasillo lleno de tiendas de personajes de dibujos, animes y mangas: Pokémon, Hello Kitty, Studio Ghibli… Otra, es la Ramen Street, una zona llena de restaurantes, donde probar el ramen y muchos otros platos típicos japoneses. Yo comí allí en un restaurante de noodles udon.
Barrio de Ginza
Después de comer, me di una vuelta por el barrio del lujo: Ginza. Ésta es una de las zonas más caras de la capital, y es que en sus calles encontrarás comercios muy exclusivos. Al pasear por la calle principal verás tiendas de las firmas de moda más conocidas y caras (Louis Vuitton, Cartier, Armani, Bulgari, Louboutin…), grandes almacenes, galerías de arte y restaurantes con estrella Michelin.
Azudaiba Hills
Desde Ginza cogí el metro y fui hasta Azabudai Hills, que es otra zona comercial. Ahora bien, lo que me interesaba aquí no eran las tiendas, sino los edificios.
En esta zona hay varios rascacielos (según he visto al escribir este post, uno de ellos cuenta con un mirador), pero el edificio que llama la atención es uno mucho más pequeño. Tiene una arquitectura única, con su fachada curvada, como si se estuvera deshaciendo. No sé describirlo bien, así que mejor mira la foto.
Aparte de esto, entre los edificios puedes visitar un par de templos, muy dispares entre sí. Uno de ellos es el Nishikubo Hachiman, fundado en el siglo XI, que aunque esté renovado, conserva su arquitectura tradicional y el torii de acceso al lugar sagrado.
El otro es el Reiyukai Shakaden, que también es conocido como el templo de Star Trek. ¿Por qué? Porque es un recinto enorme en forma piramidal que tiene más aspecto de nave espacial que de centro religioso. Fue construido en 1975 y, además de un oratorio principal, cuenta con salas de reuniones y otros espacios colectivos. Un lugar de lo más curioso.
Torre de Tokio
En pocos minutos caminando llegarás hasta uno de los lugares icónicos de la ciudad. La Tokyo Tower es una torre de telecomunicaciones y es reconocible de inmediato por su parecido a la Torre Eiffel de Parísy sus colores blanco y naranja. Se construyó a finales de los años 50 y fue la torre más alta de Japón hasta la construcción del Tokyo Skytree. Ahora es la segunda y, para aprovechar esa altura, hay dos miradores a los que puedes subir.
El primero está a 150 metros y tienes una bonita vista 360º de los alrededores, además de una parte con suelo de cristal (1.200 yenes -unos 7€ al cambio). El segundo está a 250 metros (2.800 yenes -unos 17€) y me imagino que se verá mucho más por la diferencia de altitud. Yo solamente pude subir al primero porque por el mal tiempo el segundo estaba cerrado. Ten en cuenta que si quieres subir al segundo mirador, llamado Top deck, y no llevas entrada, te costará un poco más comprar el taquilla. Por eso, puedes comprar tu entrada con antelación aquí.
Templo Zojoji
Al lado de la Torre de Tokio te recomiendo visitar el templo Zojo-ji. El templo data de 1622 y, aunque en su día era mucho más grande, ya que en gran parte quedó destruido en la Segunda Guerra Mundial, aún conserva su puerta de Sangedatsumon. Con su llamativo color rojo, es el edificio de madera más antiguo de la ciudad.
Aparte de visitar el templo y todas las estancias alrededor, debes saber que este lugar es el mausoleo de seis shoguns (señores de la guerra) de la dinastía Tokugawa, la que gobernó en el periodo Edo. No te pierdas las vistas a la Torre de Tokio desde la parte trasera del edificio principal.
Ciudad Electrónica de Akihabara
Para rematar el día, tomé el tren de nuevo y fui hasta Akihabara. Quería visitar el distrito electrónico de Tokio al caer la noche, ya que es cuando los edificios se empiezan a iluminar y cuando más gente acude.
Y es que sí, el barrio de Akihabara es conocido por ser el epicentro de la cultura otaku, los seguidores de las series de manga y anime. Allí hay edificios de varias plantas donde venden productos relacionados con los personajes de estas animaciones, además de enormes tiendas de productos electrónicos y salones recreativos donde jugar a máquinas de todo tipo (coches de carreras, bailes, videojuegos retro…).
Día 3: Shibuya y Odaiba
Para comenzar el tercer día del viaje a Tokio, cogí el metro y puse rumbo a Shibuya para comprobar en primera persona cómo es el cruce de peatones más famoso del mundo. Tras pasar un rato recorriendo sus calles y admirándolas desde las alturas, me dirigí hacia la zona del parque Yoyogi, mucho más tranquila y apacible, donde también se esconde un conocido santuario.
Por la tarde tomé el tren y me fui hasta otro barrio algo alejado: Odaiba. Allí encontrarás centros comerciales y de ocio, a tus personajes animados favoritos y unas vistas increíbles a la bahía de Tokio. Vale la pena quedarse hasta que anochece para ver cómo se encienden las luces. La vista es espectacular.
Mi ruta por Shibuya y Odaiba
Cruce de Shibuya
Una de las cosas imprescindibles que hacer en Tokio es cruzar el paso de peatones más famoso de todo el planeta. Shibuya es un barrio muy conocido y todo es gracias al cruce, y es que, según dicen, cada día pasan por allí más de 2.000.000 de personas. Sí, has leído bien.
Yo visité Shibuya por la mañana y no estaba tan concurrido, pero lo bueno es que pude disfrutar sin mucho agobio de las vistas desde uno de los miradores de la zona. Parece ser que es por la noche cuando el cruce se llena más de gente, pero no lo comprobé.
El centro comercial Magnet by Shibuya 109 tiene dos miradores: una cafetería en la segunda planta y un bar en la última. Para entrar a ambos hay que pagar una entrada con la cual te entra la consumición. Yo subí al de la última y la entrada eran 1.500 yenes (unos 9€), y me tomé una cerveza.
Hachiko y el Center-Gai
También en Shibuya se encuentra la estatua del perro más famoso de Japón. Hachiko esperaba todos los días a su dueño junto a la estación de metro (donde, por cierto, se encuentra la estatua), pero un día éste no volvió de trabajar porque murió. El perro siguió esperándolo casi 10 años más allí, hasta que él también falleció. Te aviso de que, si quieres hacerte la foto con la estatua, siempre suele haber cola.
En otra nota más alegre, también desde el cruce de Shibuya parte la calle Center-Gai, una calle peatonal repleta de tiendas y restaurantes y con hilo musical. Yo comí ahí en un sitio de ramen, así que no dejes de darte una vuelta porque no es mal lugar para almorzar (o cenar si vas por la noche).
Parque Yoyogi
Desde Shibuya puedes darte un paseo o tomar el tren JR hasta la estación de Harajuku para llegar hasta el siguiente punto de la ruta. Se trata del parque Yoyogi, uno de los más grandes de Tokio. Es muy agradable para dar un paseo por la naturaleza y verás a muchos japoneses haciendo deporte o un picnic por allí.
Tiene algunos lagos y fuentes, un jardín de rosas y estatuas varias, aunque lo más llamativo quizá sean los árboles en flor al comienzo de la primavera. Aunque no era época aún de cerezos, yo sí encontré algunos árboles repletos de flores.
Santuario Meiji
Dentro del parque se erige el Santuario Meiji, dedicado al emperador Meiji y su mujer, la Emperatriz Shōken. Se construyó en 1920 y todo el complejo está perfectamente integrado en la naturaleza, ya que se plantaron nada menos que 100.000 árboles donados desde todo Japón.
El acceso es gratuito y el paseo hasta el templo muy agradable, ya que desde que cruzas el gran torii de entrada, todo el camino va entre bosque. Hay además una zona en la que puedes ver los barriles de vino y sake consagrados, que es de lo más curioso.
Centro Comercial Diver City
Desde Harajuku tomé el transporte público para ir hasta otro barrio de la ciudad algo más alejado: Odaiba. Esta zona se está construyendo en terreno artificial sobre el mar y es conocida por sus centros de ocio. Uno de ellos es el Diver City, conocido por sus tiendas de personajes de animación.
De hecho, el mismísimo Doraemon te dará la bienvenida en la Doraemon Times Square, donde cada hora en punto hay un pequeño show con la canción de los dibujos. Dentro hay tienda también, además de tiendas de otros personajes famosos (Hello Kitty, Shin Chan…). Ya fuera, hay una gran estatua del Gundam de Odaiba que también cuenta con su show a ciertas horas determinadas.
Mirador de Fuji Television
No muy lejos de allí está la sede de la cadena de televisión Fuji TV. Pues bien, además de ver el edificio, que tiene un diseño futurista, puedes subir hasta la esfera, que es un mirador hacia la bahía de Tokio. La entrada son 700 yenes (unos 4€) y tienes una vista muy chula de Tokio en frente. Si el día está despejado, también se ve el Monte Fuji (hay carteles que te indican dónde se ubica). Yo no tuve suerte porque el día estaba nublado. Aún así, disfruté bastante de este mirador por que, además de tener bonitas vistas, está mucho menos concurrido que otros miradores de la ciudad más conocidos.
Mirador del Centro Comercial Aqua City
Al cruzar la calle llegarás al centro comercial Aqua City. Es un gran complejo de varias plantas repleto de tiendas de ropa y restaurantes de todo tipo, pero parece que no mucha gente sabe que en la planta 8 hay un mirador hacia la bahía de Tokio.
Desde este mirador se ve perfectamente el puente Arcoíris, que es el puente más famoso de la ciudad y que se ilumina por la noche. Allí estuve un rato disfrutando de las vistas prácticamente sola, así que no dudes en subir. ¡Es gratis!
Mirador del Rainbow Bridge y Estatua de la Libertad
Saliendo del Aqua City te encontrarás con unas letras que dicen «LOVE» muy coloridas y, justo detrás, asoma la Estatua de la Libertad. Sí, una Estatua de la Libertad en Tokio, y no es la única de Japón, porque vi otra en Osaka. La razón de esta escultura, además, no tiene nada que ver con Nueva York, sino que es una réplica de la estatua en el río Sena de París.
Puedes verla desde el mirador hacia la bahía, que es también un lugar ideal para contemplar el Rainbow Bridge (puente del Arcoíris). Mi consejo es que disfrutes de las vistas tanto de día como de noche, ya que son muy bonitas en todo momento. Ahora bien, por la noche la vista es espectacular.
En Odaiba también hay playa (aunque no está permitido el baño) y al lado hay un embarcadero que te permite tomar los barcos turísticos que recorren el río y te llevan hasta otros puntos de la ciudad, como Asakusa. Si no, para volver tienes también una línea de metro que va por el puente Arcoíris.
Día 4: Shinjuku
Después de haber pasado tres días en Tokio me fui para Kioto, Nara y Osaka y volví para los 3 últimos días de mi viaje. Es decir, dividí mi visita a Tokio en 2 partes: visité la ciudad los 3 primeros días de mi viaje y los 3 últimos. La razón es que mis vuelos llegaban y salían desde Tokio, así que prefería estar cerca del aeropuerto y no en la otra punta del país el día de vuelta.
En este cuarto día de Tokio volé por la mañana desde Osaka, por lo que en realidad solamente puedo contarlo como medio día en Tokio. ¿Y por qué decídi visitar Shinjuku en este día en lugar de hacerlo junto a Shibuya, que está al lado? La razón es que yo me quedé a dormir las dos últimas noches en Shinjuku, no sólo para ver este barrio, sino porque desde allí hay buenas conexiones para visitar tanto el Monte Fuji como Kamakura, las dos excursiones que quería hacer desde Tokio (te las cuento más abajo).
Primero, ¡vamos con esas cosas que ver en Tokio Shinjuku! Este barrio es de los más atractivos y luminosos de la ciudad. Sus edificios comerciales repletos de tiendas y luces de neón hacen que sea imposible resistirse a visitarlo de día y de noche.
Mi ruta por Shinjuku
Jardín Nacional Shinjuku Gyoen
Comencé mi visita a este distrito de la ciudad en el Jardín Nacional Shinjuku Gyoen. La entrada cuesta 500 yenes (3€) que se puede pagar con las IC cards (las tarjetas del transporte) entre otros métodos de pago.
Dentro podrás disfrutar de un gran área verde, compuesto por jardines de estilo japonés. Hay servicios varios, como cafeterías y máquinas expendedoras, además de tener mucho espacio para hacer un picnic o simplemente relajarte entre naturaleza. Es un pequeño oasis en mitad de los rascacielos y el ajetreo de esta zona.
Callejón de los Recuerdos
Tras este momento friki, crucé las vías del tren y di un paseo por el llamado Callejón de los Recuerdos, varias callejuelas llenas de minúsculos restaurantes y farolillos. Lo cierto es que, aunque sale en todas las guías, yo no le encontré nada de particular.
Mirador del edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio
La siguiente parada fue el Observatorio del Gobierno Metropolitano de Tokio, un mirador muy chulo (y gratis) en la planta 45. Yo subí aún de día y vi atardecer desde allí, y te lo recomiendo mucho.
Se ve casi toda la ciudad y puedes ver el Monte Fuji desde allí en los días despejados. Además, me quedé hasta que se hizo de noche, ya que se comienzan a iluminar todos los edificios y la vista es chulísima. Arriba hay también una tienda-cafetería por si quieres comprar algún souvenir o tomar algo mientras disfrutas de las vistas.
Aparte de esto, todos los días ya de noche (a las 19:00h en mi caso en marzo) hay un espectáculo de videomapping en la fachada del edificio. Es gratis también, así que puedes quedarte a verlo porque son dos o tres shows y no dura más de 15 minutos. Eso sí, yo encontré que la música estaba flojita.
Cruce de Shinjuku y cabeza de Godzilla
Y para terminar el día, una vuelta por el centro de Shinjuku a ver todas las luces de neón de las calles. Allí está el cruce de Shinjuku, con varias pantallas y anuncios publicitarios entre los que puedes ver un gato en 3D que últimamente se ha hecho muy famoso.
Otro reclamo turístico en la zona más céntrica de Shinjuku es la cabeza de Godzilla. Antes se podía subir (está como en una azotea), pero en estos momentos se encuentra cerrado al público. La podrás ver desde la calle en la Godzilla Road, y te recomiendo pasarte tanto de día como de noche, porque siempre hay ambientazo por todo este barrio, ya que está repleto de tiendas, restaurantes y complejos de ocio.
Rematé cenando en Shogun Burger, una cadena de hamburguesas de carne de wagyu muy ricas, donde también te puedo recomendar su cerveza IPA.
Día 5: excursión al Monte Fuji
Una excursión muy típica que se suele hacer desde Shinjuku es la del Monte Fuji. La montaña más icónica de Japón está relativamente cerca de Tokio, así que puedes tomar un autobús, un tren o un tour como éste para ir hasta Kawaguchiko y ver varios puntos de interés, como el teleférico con vistas a la montaña o la súper conocida Pagoda Chureito.
Yo fui en tren y tengo que decir que es un poco odisea, ya que es un tanto lioso, es caro y se tarda bastante. Por todo ello, fue uno de los días que menos me gustó de mi viaje por Japón y pongo en duda si realmente merece la pena ir.
Ya en mi último día en Tokio y Japón, viajé en tren desde Shinjuku a Kamakura, otra ciudad cercana y que se ha hecho popular por sus templos. Kamakura es una ciudad pequeña, pero tiene bastante turismo y eso hace que haya bastante gente por sus calles, especialmente en las zonas cercanas a los templos más conocidos.
Para moverme por allí dejé mi mochila en una taquilla de la estación (desde allí ya me iba después al aeropuerto para volver a España). Allí tomé un tren antiguo que me llevó a la zona de los templos más conocidos (Kotoku-in y Hasedera), y después pasé el día caminando de templo en templo y por la zona de la playa. Y es que sí, Kamakura también tiene playa, así que si la visitas en un día caluroso puedes incluso darte un baño.
La ciudad de Tokio es inmensa. Tanto, que cada vez que te subes a un mirador no te alcanza la vista para ver el final por ninguna parte. Por ello, es esencial planificar un mínimo tu visita y así poder ver lo máximo posible. Yo me dividí la ciudad por barrios cercanos para no gastar mucho tiempo en desplazamientos y es lo que te recomiendo hacer.
Además, ya te adelanto que vas a utilizar mucho el metro y el tren para moverte por Tokio. Por eso, te recomiendo meter en la cartera de tu teléfono alguna de las tarjetas IC, que son las tarjetas de transporte. Yo usé la Suica (hay varias más) y es muy cómodo, porque recargas dinero y simplemente tienes que pasar tu móvil por los lectores en los tornos de las estaciones al entrar y al salir, y automáticamente de descuenta el importe del trayecto que haces.
Te cuento más sobre estas tarjetas en la sección de transporte público de mi post sobre viajar sola a Japón.
Otra cosa a tener en cuenta son las horas de luz. Yo viajé a Tokio a comienzos de marzo y se hacía de noche pronto (en torno a las 5-6 de la tarde). Por ello, si viajas en verano, que hay más horas de luz, puedes aprovechar más el tiempo y visitar más cosas en el día (si el cansancio del jet lag te deja, claro). De esta forma, puedes visitar Tokio en 5 días, añadiendo el día de Shinjuku al de Shibuya, ya que los dos barrios están uno al lado del otro.
Por último, decirte que Tokio es una ciudad que puede parecer inabarcable y abrumadora, pero es muy segura y no vas a tener problemas con situaciones de acoso, robos, etc. Eso sí, por si te pasa algo (te enfermas, te pierden las maletas…), no te olvides de tu seguro de viaje. Yo te recomiendo Heymondo y por leerme tienes siempre un 5% de descuento.
En definitiva, hay muchos lugares que ver en Tokio y alrededores, así que no dudes en dedicar varios días a recorrer la ciudad. Y si no tienes tantos días y no te alcanza para ver todo lo que te propongo en este post, no te preocupes. No pasa nada si te dejas algo sin ver. Por una parte, lo importante es disfrutar del momento y, por otra, si no ves todo, así tienes una excusa para volver 😉 .
Si quieres ver más imágenes del viaje, aquí te dejo las historias que subí a Instagram donde puedes ver mi recorrido por Tokio al comienzo y al final de las mismas:
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
En estos 8 años viajando sola por todo el mundo he recorrido muchos países y destinos de los que puedo darte consejos en base a mi experiencia. Puedo recomendarte lugares para visitar, dormir, cómo moverte, etc., y eso es lo que encontrarás en cada artículo de este blog de viajes. Complemento la información con mis redes sociales, sobre todo Instagram, donde puedes ver casi en tiempo real los lugares por los que viajo sola cada vez que estoy en una nueva aventura.
Además, este blog ha sido galardonado en varias ocasiones (entre los premios recibidos están el Premio a la Mejor Marca Personal en Viajes y Turismo en los Premios Día de Internet en 2024 y el Premio 20Blogs al Mejor Blog de Viajes en 2021) y he aparecido en numerosos medios de comunicación, tanto en España como en Latinoamérica (El País, La Sexta Noticias, ELLE Argentina, El Sol de México, Radio Marca…).
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