Estoy segura de que alguna vez te has imaginado viajando por paisajes increíbles, con lagos de un azul muy intenso, montañas altísimas con glaciares en sus cimas y cascadas y ríos adornando sus rincones, y por eso estás aquí. Por ello, te voy a contar cómo preparar tu ruta de viaje a las Montañas Rocosas de Canadá a través de mi itinerario, los lugares que visité y las formas de transporte que utilicé para ayudarte a planear tu aventura.
Visité las Montañas Rocosas canadienses durante mi primer viaje a este precioso país que me llevó por las provincias de Alberta y Columbia Británica en 2017. En él dediqué unos 9 días a recorrer las Rocky Mountains entre Jasper y Canmore pasando por sus sitios más espctaculares y te aseguro que es un viaje que deberías hacer una vez en la vida. Así pues, ¿te vienes?
Dónde están las Montañas Rocosas (Canadá)
Las Rocky Mountains son un sistema de cordilleras ubicadas en Norteamérica. Estas cordilleras atraviesan el área oeste de Canadá y Estados Unidos de norte a sur, desde Columbia Británica y Alberta hasta Nuevo México. Son una de las principales atracciones naturales de ambos países, y es que albergan numerosos parques nacionales y montañas emblemáticas, como el monte Elbert (en Estados Unidos), el Monte Assiniboine o el Monte Robson en Canadá.
De hecho, esa belleza que convierte a estas cordilleras en uno de los lugares más bonitos del mundo le ha valido el reconocimiento de Patrimonio Mundial. El Parque de las Montañas Rocosas de Canadá fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y comprende los parques nacionales de Banff, Jasper, Kootenay y Yoho, así como los parques provinciales de Mount Robson, Assiniboine y Hamber.
En mi caso visité solamente las Canadian Rockies y para hacer ese viaje me compré un vuelo hasta Edmonton. Edmonton es la capital de Alberta y es la puerta de entrada a las Montañas Rocosas canadienses desde el norte, a través de Jasper (a 365 kilómetros). Ahora bien, la mayoría de viajeros vuela hasta Calgary, en el sur, a poco más de 120 kilómetros de Banff porque esta zona es la más visitada.
Estos dos son los aeropuertos más cercanos y aunque seguramente haya vuelos desde el extranjero, lo más seguro es que tengas que hacer escala en otra ciudad canadiense antes de llegar. En mi caso, yo hice escala en Toronto.
Cómo llegar a las Montañas Rocosas desde Calgary
Si vuelas a Calgary tienes varios shuttles de empresas privadas disponibles en el mismo aeropuerto para ir directamente hasta Banff. Ahora bien, quizá te interese pasar algún día en la ciudad. Si es así, existe una línea de autobús urbano que va del aeropuerto al centro de la ciudad (o puedes también pedir taxi o shuttle).
Para ir desde Calgary hasta Banff puedes tomar los autobuses de Banff Express (40 dólares canadienses por trayecto) o de On-it, que cuesta 10 dólares canadienses, pero solo opera en fines de semana. Otra opción para llegar a Banff sería alquilar un coche, aunque yendo sola esta opción suele subirse mucho de precio.
Cómo llegar a las Montañas Rocosas desde Edmonton
En caso de llegar al aeropuerto de Edmonton, tienes un shuttle de la empresa Sundog directo a Jasper. Si quieres quedarte a conocer la ciudad, entonces puedes tomar el bus 747 hasta el centro, un taxi o algún shuttle que te lleve al hotel.
Para ir de Edmonton a Jasper puedes tomar el shuttle de Sundog, el cual también tiene parada en la ciudad, o ir en el tren de ViaRail (lo puedes reservar a través de 12GO). Yo opté por esta última opción y me salió mal, porque el tren llegó con un retraso de 13 horas y perdí una tarde entera (y media noche) del viaje. El tren que pasa por allí hace una ruta de 4 días entre Toronto y Vancouver, por lo que te advierto desde ya que es normal que tenga retrasos.
Tours a las Montañas Rocosas canadienses
Además de moverte por tu cuenta, también tienes siempre la opción de realizar un tour en grupo. Existen tours organizados con un recorrido cerrado y con guía que pueden ser una buena alternativa si no terminas de atreverte a organizar este viaje por libre o si simplemente no quieres o no tienes tiempo de planearlo. Hay salidas desde varias ciudades del entorno y aquí te dejo algunos ejemplos para que eches un vistazo por si te convencen:
Cómo es viajar por las Montañas Rocosas de Canadá
Mi primer gran viaje en solitario fue Sudamérica y, entre muchas otras cosas, allí descubrí que me encantaba caminar entre montañas y disfrutar de la naturaleza. Desde siempre había un destino que tenía muchas ganas de visitar, así que con aquella experiencia y sabiendo que podía hacer rutas de senderismo en solitario perfectamente, me decidí a hacer el viaje. ¡Me iba sola a Canadá!
Éste fue mi primer viaje al país y quedé totalmente enamorada. Recorrí parte de las provincias de Alberta y British Columbia durante 25 días y fue un viaje increíble. Además de poder disfrutar de esos paisajes con los que siempre había soñado, conocí a otras mujeres viajando solas y pude acercarme también a la gente local. Canadá es un país muy tranquilo y seguro, con gente muy agradable y que te ayudará con cualquier cosa.
También es cierto que este viaje no es barato, pero hay maneras de hacerlo más económico. Me alojé en hostels y conseguí moverme a todas partes sin tener que alquilar un coche (en el texto te iré contando cómo). Además, viajé cubierta por el seguro de viaje internacional de Heymondo. Si te ocurre algo en Canadá o finalmente no puedes viajar puede resultarte muy costoso, así que no dudes ni por un segundo de la importancia de contratarlo. Para que te puedas ahorrar un poquito, si reservas a través de mi blog te llevas al menos un 5% de descuento garantizado.
Ruta de 9 días por las Montañas Rocosas de Canadá
En mi caso decidí hacer este viaje por mi cuenta y pasé mucho tiempo planeando qué iba a visitar y cómo iba a moverme por allí. No quería alquilar un coche porque al ir sola suponía un gasto considerable, así que tuve que investigar sobre otras formas de transporte alternativas. Al final logré cuadrar todo para visitar aquellos lugares que quería y éste fue el itinerario que seguí, desde Jasper a Canmore pasando por Lake Louise y Banff en 9 días. ¡Espero que te ayude a planificar tu viaje!
Días 1 a 3: Jasper
El primer destino que conocí en mi ruta por las Montañas Rocosas de Canadá fue Jasper. El pueblo en sí no tiene nada, pero da nombre al Parque Nacional Jasper (Jasper National Park), así que puedes imaginarte que lo que merece la pena está en los alrededores. Pasé 3 días aquí y sentí que me dejé mucho por ver.
Como te decía más arriba, llegué a Jasper en tren desde Edmonton, aunque fue una odisea porque ese tren llegó con un retraso de 13 horas. Tenía planeado llegar sobre el mediodía para tener toda la tarde libre y recorrer el pueblo y sus alrededores, pero llegué a las 3 de la mañana. Por suerte, el dueño del hostel entendió la situación y me dejó la llave bajo el felpudo para que pudiera entrar a dormir y ya hacer el check-in al día siguiente.
El hostel donde me quedé se llamaba World Travellers Fraternity, aunque creo que ya no existe. Si buscas un alojamiento económico, existe otro hostel en el centro del pueblo, el Jasper Downtown. Si el presupuesto no es problema, también tienes hoteles y B&B repartidos por todo el pueblo.
Tienes más información en detalle en mi post sobre qué ver en Jasper.
Old Fort Point y lagos
El primer día en el Parque Nacional de Jasper lo dediqué a hacer un recorrido a pie por los alrededores del pueblo. Decidí hacer una ruta circular que al final me llevó varias horas, pero que disfruté mucho porque todos los paisajes que veía eran espectaculares.
En primer lugar visité el Old Fort Point, al otro lado del río Athabasca. Es la cima más pequeña en los alrededores de Jasper y, aún así, tiene unas de las mejores vistas tras solo un pequeño ascenso de menos de media hora.
Desde aquí es fácil llegar caminando, en bicicleta o incluso transporte privado hasta algunos de los lagos cercanos a Jasper y que son una maravilla. Por ejemplo, pasé por el Beauvert, el Trefoil, o los lagos Annette y Edith, donde puedes bañarte y hacer deportes acuáticos en verano.
Mount Edith Cavell
El Mount Edith Cavell es una montaña icónica en el Parque Nacional de Jasper. A su alrededor se puede hacer una ruta que te llevará hasta las praderas, donde caminar entre el bosque, las flores y pequeños roedores.
En ese trek tendrás vistas muy bonitas de la montaña con el Angel Glacier dominando sus laderas… o imaginando cómo antaño lo hacía. Ahora el glaciar claramente está en retroceso y su hielo se funde en el lago, dando una muestra más del cambio climático. Por cierto, mucha gente se acerca hasta el lago, pero es muy peligroso, pues ya ha ocurrido hace unos años que un gran bloque de hielo se desprendió del glaciar cayendo al agua y causando una riada. Lo mejor es que te quedes a salvo y contemples el paisaje desde el mirador.
Cómo llegar al Mount Edith Cavell
Para llegar hasta el Mount Edith Cavell se necesita coche, ya que está algo retirado del pueblo. Si no tienes coche, existen tours desde Jasper o puedes hacer lo que hice yo: buscar a otros viajeros que tengan coche y que planeen visitar ese lugar.
Dejé un mensaje en Couchsurfing buscando a gente que estuviera esos días por allí y que tuviera un hueco en su coche. Y ¡bingo! Evelyn, de Bélgica, me respondió y quedamos al día siguiente para hacer la excursión en su coche. Al final se sumaron también otras dos chicas que se quedaban en su hostel: Helen, una canadiense que estaba pasando las vacaciones conociendo más su región, y Theresa, de Viena, que estaba aprovechando los meses de pausa de la universidad para viajar. ¡Ni qué decir tiene que el día fue muy divertido en compañía de otras mujeres viajeras «solitarias» como yo!
Si no me equivoco, ahora Couchsurfing es de pago en muchos países, pero como alternativa para buscar compañeros de aventuras puedes ir a los hostels a preguntar o dejar alguna nota si tienen un tablón de anuncios. Y por si no sabes lo que es, Couchsurfing es una app que te permite encontrar a otros viajeros en todo el mundo que ofrecen un hueco en su casa para alojarte gratis (puede ser una cama o un sofá). Está muy bien para alojarte gratis y conocer gente local, y también tiene un apartado de eventos en el que puedes unirte a actividades o crearlas tú misma.
Maligne Valley
Este valle es uno de los lugares más emblemáticos que podrás conocer al viajar por las Montañas Rocosas de Canadá gracias a sus tres principales atracciones:
- Maligne Lake: es uno de los lagos más famosos de la zona. En sus alrededores se pueden hacer varios senderos para admirar los paisajes que rodean al lago, aunque la actividad estrella es la de navegar por él y llegar hasta la isla Spirit Island. En mi caso decidí no hacerlo porque había mucho humo de los incendios de ese verano y no se veía bien el paisaje. De allí nace el río Maligne que da nombre al valle.
- Maligne Canyon: este cañón se encuentra al final del valle y es una formación esculpida por la acción del agua. Existe un sendero para caminar junto al recorrido del río y ver varios saltos de agua, y la verdad es que iba con pocas expectativas y me sorprendió para bien.
- Medicine Lake: es el lago a mitad de camino entre el Maligne Canyon y el Maligne Lake. Los antiguos pobladores atribuían cualidades mágicas a este lago, ya que aparece y desaparece como si los espíritus tuvieran algo que ver en ello. Lo cierto es que el paisaje era desolador, no solo porque el nivel del agua del lago estaba bajo, sino porque a su alrededor había una gran superficie de bosque quemado por un incendio ocurrido en 2015 y porque el humo de los incendios de British Columbia de ese verano le daban un aspecto tétrico al lugar.
Cómo ir al Maligne Valley
El Maligne Valley también debe hacerse en coche o con un tour, ya que las distancias son muy grandes. Si no tienes coche, hay una excursión que te lleva a conocer los tres puntos y te incluye la navegación en barco por el Maligne Lake.
Existe una tercera opción, que es la que yo hice con Helen, una de las chicas que conocí el día anterior, aunque después me enteré de que era ilegal en Canadá. Un poco animadas por Theresa y por el dueño de mi hostel, que me dijo que funcionaba muy bien, decidimos hacer autostop.
Nada más salir del pueblo paró una pareja con una autocaravana que resultaron ser vascos. Eran los primeros españoles que me encontraba y me hizo mucha ilusión. No recuerdo sus nombres, pero sí que eran muy simpáticos y que hicieron un gran esfuerzo por hablar inglés para que Helen entendiese. Fuimos hasta el Maligne Lake, el lago al final del valle, y en el camino paramos en el Medicine Lake.
A la vuelta nos recogió una pareja de mexicanos muy buena onda e hicimos parada en el Maligne Canyon. Nos contaron que en la ida habían visto un oso, pero al pasar por el mismo lugar éste ya no estaba. Nos quedamos con ganas de ver al oso, pero a cambio recibimos una invitación para visitarlos en México si alguna vez pasamos por allí.
Te dejo por aquí de nuevo el post sobre qué ver en Jasper para que amplíes información.
Día 4 – Icefields Parkway
La Icefields Parkway es una de las carreteras más espectaculares, no solo de la cordillera de las Rocosas de Canadá, sino del mundo. A lo largo de sus casi 300 kilómetros recorre un gran valle entre Jasper y Banff, pasando por Lake Louise. En mi caso, este día me quedé precisamente allí.
Contraté un tour desde Jasper que, además de llevarme a visitar lo más destacado de la carretera, me dejaba directamente en Lake Louise, que era mi próximo destino. Si no tienes coche, te recomiendo mucho hacer este tour, porque aunque su precio sea elevado, es algo así como un 2×1: excursión y transporte. Puedes ver más detalles y reservarlo aquí.
Atracciones de la Icefields Parkway
Athabasca Falls fue la primera parada. Estas cascadas se sitúan a unos 30 kilómetros de Jasper, y toman su nombre del río Athabasca, que proviene de las aguas del glaciar del mismo nombre y que visitaría después. El río aquí irrumpe con gran fuerza entre las rocas, erosionándolas y creando formaciones muy curiosas.
El Athabasca Glacier, por su parte, se encuentra en el kilómetro 106. Es una lengua congelada de los campos de hielo de Columbia, una de las mayores superficies heladas del hemisferio norte por debajo del Círculo Polar Ártico. Se puede llegar hasta él en unos camiones muy grandes diseñados para circular por el hielo. La verdad es que la experiencia me decepcionó un poco, ya que solo nos dejaron unos 20 minutos en el glaciar y no pude explorar demasiado porque la zona está acotadísima.
Cerca del glaciar Athabasca se encuentra el Glacier Skywalk, una de las grandes atracciones de la zona. Es una plataforma con suelo de cristal suspendida en el aire a más de 300 metros de altura sobre un valle. Aunque en el nombre diga «glacier«, la pena es que en realidad el glaciar queda un tanto lejos y casi ni se ve desde allí. Si tomas el tour te incluirá la entrada, pero si finalmente decides ir por tu cuenta, puedes reservar esta actividad aquí.
Ya para terminar la ruta hicimos una parada en el Bow Lake, un lago increíblemente azul rodeado de un bonito paisaje. En realidad, toda la ruta de la Icefields Parkway es espectacular, así que mi consejo es que te pegues al cristal y tengas lista la cámara de fotos para disfrutar de todas las vistas e incluso de los animales salvajes que puedan aparecer en escena de vez en cuando.
Días 5 y 6: Lake Louise
Lake Louise es el pueblo más pequeño de los tres que forman la ruta de la Icefields Parkway (Jasper – Lake Louise – Banff), pero no por ello el menos importante. De hecho, Lake Louise es uno de los lugares más visitados (si no el que más) de las Montañas Rocosas canadienses. ¡Dos de sus lagos más famosos están allí!
Lake Louise
Uno de los lagos de la zona es el que da el nombre al pueblo: Lake Louise. El color del lago es de un turquesa sencillamente espectacular, de ahí que tenga tanta fama. Además, es muy conocido por el hotel que se levanta en sus orillas y que tiene unas vistas increíbles a todo el entorno. Se trata del Fairmont Lake Louise y quedarse allí debe ser una experiencia de ensueño. Si te quieres pegar un capricho, puedes reservarlo aquí.
El lago se puede bordear y recorrer en canoa, pero lo mejor, para mí, es hacer la ruta del Big Beehive. El Big Beehive es una de las montañas situadas al lado del lago y posee un mirador desde el que te sentirás como la reina del mundo. Para llegar hasta allí existe un sendero que te llevará primero al Mirror Lake y después al Lake Agnes, donde hay una cafetería y muchos chipmunks (no sé cómo traducirlo, pero son ardillas muy pillas 😛 ). No te quedes ahí y bordea el lago para seguir ascendiendo hasta el mirador del Big Beehive. Es una subida dura, pero merece muchísimo la pena.
Si te quedas con ganas de más, puedes continuar hasta el Plain of 6 Glaciers, que te llevará por un valle hasta estar rodeada de varios glaciares. Al volver, bordearás el lago Louise por su orilla y, por muy cansada que estés tras unas 5 o 6 horas de caminata, no querrás irte jamás.
Cómo llegar a Lake Louise
Para llegar hasta el lago Louise puedes ir en coche, pero a veces el aparcamiento se llena muy rápido. Por eso, lo mejor es aparcar en el Park & Ride y tomar el shuttle que te lleva directamente hasta el lago (Park & Ride Connector). Si no, también puedes tomar el autobús X8 de Roam Transit desde Banff o desde Lake Louise pueblo.
Para más información, no te pierdas mi post sobre qué hacer en Lake Louise.
Moraine Lake
Si no vas a querer irte nunca del Lake Louise, no te cuento del Moraine Lake. Para mí visitar este lugar fue cumplir un sueño que llevaba muchos años queriendo hacer realidad. Fue, de hecho, mi razón para viajar a Canadá.
Cuando llegas al Moraine Lake te quedas sin palabras. Es imposible describir o calificar este lago con ese agua tan azul, los diez picos detrás que dan nombre al valle (Valley of the Ten Peaks) y los blancos glaciares que, por desgracia, están en claro retroceso. Lo mejor que puedes hacer es subir hasta el montón de piedras llamado Rock Pile y quedarte ahí horas y horas admirando la mayor belleza de la naturaleza canadiense.
Si te quedas con ganas de explorar más, puedes hacer un pequeño trek hasta el Consolation Valley, donde encontrarás un lago con un paisaje bonito también. En la época otoñal es muy conocido su Larch Valley, que es un valle en el que el cambio de colores de los árboles debe ser espectacular. -Esto no lo vi porque fui antes de esta época-.
Cómo llegar al Moraine Lake
Cuando yo visité la zona existía un shuttle gratuito al Moraine Lake, pero solo funcionaba en temporada de otoño, que es cuando acude más gente a ver el cambio de color de los árboles. Como fui en verano, la opción que tenía (por no tener coche) era un shuttle de pago cada dos horas, así que lo tomé.
Fui la única pasajera de la mañana, así que estuve conversando todo el trayecto con el conductor, de origen indio. Como todos los indios nativos de América, no lo tuvo nada fácil a la hora de ganarse la vida y sentirse uno más, y eso que estamos hablando de Canadá, uno de los países más igualitarios del mundo. Me contaba también que desde que trabajaba conduciendo este shuttle era feliz porque conocía a gente de todo el mundo y eso le proporcionaba muchos conocimientos.
Para llegar hoy en día, si vas en coche debes saber que el parking se llena muy pronto, así que lo mejor es dejarlo en el aparcamiento Park & Ride que hay junto a la ruta 1, a 6 kilómetros del pueblo de Lake Louise. Desde allí sale un shuttle entre mayo y octubre que va directo hasta el lago Moraine.
Si no tienes coche, el shuttle privado desde el centro del pueblo sigue existiendo (shuttle de Mountain Parks Transportation). Es algo caro (25$), pero es más conveniente que la opción del Parque Nacional, con la que deberías tomar un shuttle gratuito al Park & Ride y de allí tomar el shuttle al lago, lo cual es algo lioso y un engorro.
En otro post te hablo más en detalle sobre cómo visitar Moraine Lake.
Días 7 y 8: Banff
El pueblo de Banff da nombre al primer Parque Nacional que se declaró en Canadá, Banff National Park, allá por 1885. Está rodeado de montañas y su centro es muy pintoresco, aunque demasiado turístico, pues está lleno de tiendas y restaurantes.
Para llegar desde Lake Louise tomé un shuttle gratuito, aunque creo que ahora esta opción no existe. De todos modos, puedes tomar la línea X8 de Roam Transit que conecta ambos pueblos. Una vez en Banff me quedé en el hostel Samesun Banff, en el centro del pueblo. El hostel estaba muy bien y es un buen lugar para conocer a otros mochileros y viajeros del mundo.
Banff
Comencé el día subiendo a la Sulphur Mountain con la Góndola de Banff. Madrugué mucho porque subí por una razón muy concreta: ¡quería hacer yoga en lo alto de la montaña! Durante el verano, todos los domingos, a eso de las 08:30 a.m. había una clase al aire libre, con vistas a las montañas, para comenzar el día con una energía muy especial. Fue una experiencia totalmente recomendable.
Ya que estaba de día detox, después de mi sesión de yoga me fui a seguir cuidándome a las termas de Banff, los Banff Upper Hot Springs, en las faldas de la Sulphur Mountain. El agua brota de la montaña a 39 grados centígrados, por lo que puedes darte un baño calentito en su piscina exterior mientras contemplas el valle. La realidad es que la piscina no es muy grande, pero si el día acompaña se está muy bien.
La Sulphur Mountain está un poco retirada del centro del pueblo, pero se puede ir en shuttle o autobús de línea, o incluso caminando. De hecho, la vuelta desde las termas la hice caminando pasando por otra de las atracciones del pueblo: las Bow Falls. Estas cascadas que produce el río Bow a su paso por el pueblo son un reclamo, aunque sean pequeñitas.
Te cuento qué hacer en Banff en otro post más detallado.
Minnewanka Lake
Tras recorrer los puntos más emblemáticos del pueblo de Banff, al día siguiente fui a visitar el Lago Minnewanka. Es el lago más largo de las Rockies canadienses y a su alrededor se pueden hacer varias rutas de senderismo.
Desafortunadamente para mí no pude hacer la que quería. Existía una restricción del sendero que quería hacer, en la que se recomendaba caminar en grupos de 4 personas con spray anti osos, ya que se había detectado la presencia de osos en la zona que se volvían violentos al ver humanos y querer robarles la comida. Y es que eso es lo que ocurre cuando se alimenta a los animales salvajes: cambian sus hábitos de vida y se vuelven peligrosos. Así pues, al recorrer las Montañas Rocosas de Canadá (y a cualquier otro lugar) recuerda no alimentar a la fauna salvaje.
El Minnewanka Lake está a unos kilómetros del pueblo, pero cuando yo lo visité había un shuttle gratuito durante los meses de verano para poder ir a hacer caminatas por la zona. Ahora parece que han abierto una línea de autobús de Roam Transit que llega hasta allí desde Banff.
Día 9 – Canmore
Para completar esta ruta de 9 días por las Montañas Rocosas de Canadá me desplacé hasta Canmore que, aunque esté fuera del Parque Nacional Banff, posee igualmente un entorno precioso y es un pueblo muy animado. El río Bow define el valle, que dominan montañas como las 3 Hermanas (Three Sisters) o la Lady McDonald.
Para llegar hasta allí tomé desde Banff el autobús urbano de la empresa Roam Transit, pues solo hay 25 kilómetros de distancia entre un pueblo y otro. El trayecto apenas me costó dos euros. Allí me quedé en The Hostel Bear (parece que ha cerrado), pero hay muchas más opciones.
Tras aquella ruta de 9 días por las Montañas Rocosas canadienses dejé atrás la provincia de Alberta, pero continué viaje por la Columbia Británica. Kelowna, Vancouver, Squamish y Whistler me esperaban para seguir descubriendo paisajes increíbles. Si tienes días suficientes, te recomiendo combinar las Rocky Mountains al menos con Vancouver. ¡Te quedará un viaje muy completo por la costa oeste de Canadá!
Y si no tienes tantos días, no te preocupes, porque cualquier viaje a las Montañas Rocosas de Canadá será una experiencia increíble. Si te gusta el contacto con la naturaleza, las largas caminatas y contemplar bonitos paisajes, sin duda es un viaje que tienes que hacer una vez en la vida. ¡Espero que te animes!
Este artículo pertenece a la guía para viajar sola a Canadá
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
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Además, este blog ha sido galardonado en varias ocasiones (entre los premios recibidos están el Premio a la Mejor Marca Personal en Viajes y Turismo en los Premios Día de Internet en 2024 y el Premio 20Blogs al Mejor Blog de Viajes en 2021) y he aparecido en numerosos medios de comunicación, tanto en España como en Latinoamérica (El País, La Sexta Noticias, ELLE Argentina, El Sol de México, Radio Marca…).
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Es la primera vez que te leo y te felicito como lo explicas.Muy bien, gracias por la informacion
Muchas gracias Enrique, espero que te sea de utilidad para preparar tu viaje a las Montañas Rocosas :).
¡Saludos!
Estela, me encantó leer tu itinerario tan detallado de Canadá y todas tus recomendaciones.
También estuve explorando más de tús viajes a otros lugares, esos links de todo tipo para organizar mi viaje ideal está súper completo.
Invertiste mucho tiempo, dedicación y amor para brindarlos a todos nosotros.
Gracias, gracias.
Saludos enormes y felicidades!!!
Hola Nira,
¡Muchísimas gracias por tus palabras! Me alegro mucho de que te sirva todo el contenido, lo hago con esa intención, que quien lo lea pueda organizar su viaje y salir fácilmente a explorar este mundo maravilloso en el que vivimos.
Espero que disfrutes mucho de tus viajes.
¡Saludos!