España tiene muchísimas ciudades históricas que merece la pena conocer y definitivamente la capital castellanomanchega debe estar en tu itinerario. Hoy te cuento qué ver en Toledo, la llamada Ciudad de las 3 Culturas y Ciudad Imperial, nombres que ya dan una pista sobre su pasado histórico y por qué no te la puedes perder.
Pasé dos días recorriendo sus calles y me encantó. Pasear por el casco histórico de Toledo es viajar atrás en el tiempo gracias a sus importantes monumentos que recuerdan su pasado, pero además el lugar donde está ubicada la ciudad hace que forme una increíble postal junto a su entorno. ¡Toma nota!
Por qué viajar a Toledo
Recuerdo haber estado en Toledo de pequeña, en alguna excursión, pero no tenía muy claro qué tenía de ver. Así, aprovechando un viaje cercano me decidía a pasar por allí un par de días y recorrerla de nuevo, pero esta vez en solitario.
Me pareció una ciudad muy tranquila, aunque es cierto que el estar en plena pandemia por coronavirus y haber salido hacía poco del confinamiento tuvieron un impacto enorme en ello. Muchos restaurantes y tiendas aún permanecían cerrados, y es que sin turismo extranjero la ciudad no es la misma.
Toledo se sitúa muy cerca de Madrid y por ello es perfecta para hacer una excursión desde la capital española. Mucha gente la visita en un día desde Madrid con un tour, aunque para verla con tranquilidad, yo te recomiendo visitar Toledo por dos días.
Como el resto de ciudades españolas, es muy segura para viajar sola. Es también una ciudad económica y podrás recorrer todo a pie sin necesidad de tomar ningún transporte.
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Breve historia de Toledo
Toledo es una ciudad con unos 4.000 años de antigüedad (¡4.000!) aunque comenzó a florecer con la llegada de los romanos. No han quedado muchos vestigios de la antigua Toletum, quizá por todo lo que vino después de ellos. Y es que poco más tarde llegarían los visigodos, que establecerían aquí su capital, hasta que en el año 711 Táriq ibn Ziyad conquista la ciudad, convirtiéndose en musulmana.
Varios siglos después, en el año 1085, durante la Reconquista, Alfonso VI de León ofrece a los dirigentes musulmanes las capitulaciones de Toledo, concediendo fueros a los diferentes pueblos que habitaban la ciudad: mozárabes, musulmanes y judíos. Es a partir de esa época en que las tres culturas comienzan a convivir y llevan a Toledo a su época de máximo esplendor, hasta que llega 1492, cuando los Reyes Católicos expulsan a los judíos de la ciudad y con la caída de Granada finalizan la Reconquista de la península para los reinos cristianos.
Los monarcas reurbanizan Toledo y su nieto Carlos I, ya emperador, convierte la ciudad en sede de la corte (de ahí que se diga que Toledo es Ciudad Imperial). Cuando su hijo Felipe II traslada la corte a Madrid en 1561 Toledo comienza a entrar en decadencia, aunque por suerte muchos de sus antiguos monumentos siguen en pie para que podamos apreciar ese paso de las diferentes culturas por sus calles y su historia.
Qué ver en Toledo
Con tantas culturas pasando por la ciudad a lo largo de su historia, no cabe duda de que hay muchos lugares que visitar en Toledo. A continuación te reseño aquello que no te puedes perder al viajar a Toledo, aunque no puedes dejar de pasear por todas sus calles para descubrir muchas más curiosidades y lugares de interés.
Catedral Primada de Toledo
El edificio más espectacular que ver en Toledo es su Catedral. La Catedral de Toledo es la segunda más grande de España por detrás de la de Sevilla y su interior es una sucesión de obras de arte de todo tipo: pinturas, esculturas, capillas…
Entre los lugares más destacados están el Coro, con una sillería en madera impresionante, situado frente a la Capilla Mayor, con su elaborado retablo. Por detrás de este altar, otra de las joyas de la Catedral: el Transparente. Se trata de una obra escultórica que permite el paso de la luz para iluminar el sagrario y que es una obra maestra de Narciso Tomé.
Si estos tres espacios son preciosos, no lo es menos la Sacristía Mayor, con su techo adornado por un bonito fresco de Lucas Jordán. En la misma sala, obras del Greco, así como pinturas de otros importantes artistas de la época en las salas contiguas, como Caravaggio o Tiziano.
También llama mucho la atención el luminoso claustro, así como la Capilla de los Reyes Nuevos, donde están enterrados Enrique II, Enrique III o Catalina de Lancaster, entre otros. Por último, tampoco puedes dejar de visitar la Sala Capitular, exquisitamente decorada y donde conocer a todos los arzobispos de Toledo durante la historia.
Además de todo ello, hay muchas más capillas y ornamentaciones que merece la pena observar cuando recorras el templo. También cuenta con una torre, donde se ubica el campanario y a la que normalmente se puede subir (aunque ahora precisamente no por encontrarse en obras) para ver las vistas de Toledo.
La entrada a la Catedral son 10 euros, que puede parecer muy elevado, pero en realidad todo su interior es una auténtica obra de arte. Es realmente como entrar en un museo. La visita es por libre y no hay apenas explicaciones sobre los diferentes puntos de interés, por lo que, si quieres enterarte bien de todos los detalles, puedes contratar un tour guiado (otros 12 euros).
Monasterio de San Juan de los Reyes
Otro de los lugares que no pueden faltar en tu visita a Toledo es el Monasterio de San Juan de los Reyes. Fue mandado construir por Isabel La Católica, como conmemoración por su victoria en la batalla de Toro (dentro de la Guerra de Sucesión Castellana) y el nacimiento de su hijo Juan, así como en recuerdo de su padre Juan II de Castilla.
El edificio es una preciosidad, siendo uno de los máximos exponentes del estilo gótico isabelino. Está lleno de alusiones a los Reyes Católicos, ya sea en forma de escudos, sus iniciales o el famoso lema «tanto monta». La idea original era, de hecho, convertirlo en su panteón, pues deseaban enterrarse aquí (aún no se había conquistado Granada, donde finalmente fueron enterrados).
Sinagoga Santa María la Blanca
No muy lejos del monasterio podrás encontrar una muestra de la convivencia de las tres culturas que fue Toledo durante la Edad Media. Se trata de la principal sinagoga de la ciudad y es uno de los lugares imprescindibles que ver en Toledo.
Fue utilizada por los fieles judíos, pero construida en terreno del Reino de Castilla (cristiano) por constructores musulmanes. Hoy en día lo que más destaca es el estilo morisco que utilizaron los constructores para crear el interior de la sinagoga, con sus 32 pilares unidos por arcos de herradura blancos y capiteles decorados con motivos vegetales. Parece más una mezquita que una sinagoga, pero no hay que olvidar que el edificio se sitúa en la judería.
Sinagoga del Tránsito de Toledo
Junto a ella, otra sinagoga que visitar en Toledo, aunque muy diferente en estilo, pues no tiene ese aire morisco. Fue patrocinada por Samuel Ha-Leví, judío con bastante poder en la corte, por lo que también es conocida por este nombre.
La sinagoga funcionó como tal hasta que, con la expulsión de los judíos en 1492, se ofrecen estos terrenos a la Orden de Calatrava. Desde entonces funcionó como iglesia y no es hasta la segunda mitad del siglo XX que se decide recuperar su pasado instalando allí el Museo Sefardí. En él se hace un repaso de la historia de los judíos a nivel general y se exponen algunos de los objetos del culto utilizados.
Museo del Greco
Y de un museo a otro, el del Greco. Nacido en Creta, Doménikos Theotokópoulos fue uno de los principales artistas del Renacimiento y pintó algunas de sus obras más importantes cuando se asentó en Toledo.
El museo dedicado a su obra recoge algunos de sus cuadros y se encuentra en la judería, frente al parque del Tránsito. El edificio donde se ubica es una recreación de una casa del siglo XVI, cuando él vivió, pero en realidad su casa, que no se conservó, estaba en frente, en el parque.
Cuadro del Entierro del Señor de Orgaz
Siguiendo la pista al Greco, fuera del museo puedes encontrar otras obras del artista. Ya te comentaba más arriba que en la Sacristía Mayor de la Catedral hay pinturas suyas, pero no es el único lugar. Uno de los más conocidos es la iglesia de Santo Tomé, donde está el Entierro del Señor de Orgaz (conocido también como Entierro del Conde de Orgaz).
Este cuadro es una de las cosas que ver en Toledo imprescindibles. Realizado entre 1586 y 1588, está considerada una de las mejores obras del Greco. En él se representa el entierro de este noble, fallecido en 1323, y, aunque a primera vista, no lo parece, está lleno de mensajes. Por ejemplo, el niño que aparece señalando con el dedo sería su hijo, pues en el pañuelo que lleva en el bolsillo aparece la fecha de su nacimiento.
Iglesia del Salvador
Volviendo a la ciudad de las diferentes culturas, otro lugar en el que se pueden ver perfectamente las huellas de los pueblos que han pasado por Toledo es la iglesia del Salvador. En ella se pueden ver restos del período tardío romano, así como de la época visigoda en uno de los pilares de la iglesia.
Ese pilar, con motivos de la vida de Jesús, sostiene uno de los arcos de herradura de la época en que fue mezquita. Ya en el siglo XII pasó a ser cristiana y fue testigo, por ejemplo, del bautismo de Juana La Loca, hija de los Reyes Católicos y madre de Carlos I, que nació en Toledo.
Iglesia de los Jesuitas
Ya te decía que al visitar Toledo puedes ir caminando a todas partes, aunque te tocará subir cuestas. Pues bien, uno de los mejores puntos panorámicos se encuentra en lo alto de la iglesia de los Jesuitas, y es que se sitúa en uno de los lugares más altos de la ciudad.
Personalmente creo que la entrada a la iglesia no merece mucho la pena, pero sí la subida a sus torres. La vista es 360º sobre Toledo y desde allí arriba tendrás una vista privilegiada de lugares como la Catedral o el Alcázar.
Mezquita del Cristo de la Luz
Ya hemos hablado mucho de las diferentes culturas de Toledo y de varias mezquitas que hubo en la ciudad, pero que no se han conservado. Pues bien, hay una mezquita que sí se ha conservado, y es la del Cristo de la Luz. La mezquita era muy pequeña y el edificio actual incluye una ampliación mudéjar que se hizo en el siglo XI tras la Reconquista.
Cuenta la leyenda que, al entrar el rey Alfonso VI por la Puerta de Nueva Bisagra tras conquistar la ciudad, su caballo se paró frente a la mezquita, negándose a avanzar. Buscando una explicación a la conducta del animal, los presentes entraron en el templo y encontraron un resplandor. Excavaron la pared para conocer de dónde venía y encontraron un Cristo junto a un candil que había permanecido encendido durante los 3 siglos que pasó escondido. Desde entonces el templo tomó el nombre de Cristo de la Luz.
Real Colegio de Doncellas Nobles
El arzobispo de Toledo Juan Martínez Silíceo ordenó construir este colegio con el fin de dar a las jóvenes humildes una educación para convertirse en buenas madres de familia. En el edificio se puede visitar la iglesia, donde el arzobispo está enterrado, así como el Salón Rectoral, revestido con tapices y doseles bordados.
Alcázar de Toledo
Si hay un edificio que destaca en el skyline de Toledo, ése es el Alcázar. Lugar de poder a lo largo de la historia, hoy en día acoge el Museo del Ejército, que hace un recorrido muy completo por la historia de España junto a una gran colección de armas, uniformes, armaduras, banderas y otros objetos pertenecientes a los cuerpos militares de diferentes épocas.
Además del museo, en otra parte del Alcázar se sitúa la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Se puede entrar libremente y en lo alto de una de las torres hay una pequeña cafetería, con unas vistas muy buenas sobre la ciudad. Si quieres tomarte un café baratito y con vistas, ya sabes dónde ir 😉 .
Plaza de Zocodover
Muy cerca del Alcázar se puede encontrar la que fue la plaza Mayor de la ciudad desde la época medieval. Aquí tenía lugar el centro de la vida comercial, festiva y pública, y sigue siendo un punto muy concurrido de la capital toledana, pues hay muchos restaurantes y comercios en sus alrededores.
Puerta Nueva de Bisagra
La Puerta de Bisagara es la puerta más monumental de entrada a la ciudad y data de la época musulmana. Acompañada por la muralla, consta en realidad de dos puertas, una exterior más robusta y una segunda con dos torres.
Entre ambas, una plaza de armas llena de referencias a Carlos I, pues se cuenta que hizo por aquí su entrada a la ciudad cuando la convirtió en sede de la corte (y, por tanto, en Ciudad Imperial). Por una parte, hay una estatua del emperador. Por otra, el escudo del águila bicéfala, símbolo del imperio, está por todas partes, tanto sobre las puertas como en los tejados de las dos torres de la segunda puerta.
Puentes de Alcántara y San Martín
Siendo una ciudad tan importante, es evidente que Toledo debía protegerse bien. Para ello, siempre estuvo rodeada por una muralla en su zona norte, así como por el río Tajo por el sur. Para acceder a la ciudad desde esta zona se construyeron dos puentes monumentales, los de San Martín y Alcántara. Merece la pena bajar hasta el río para verlos y cruzarlos, pues desde el otro lado del Tajo hay unas vistas muy bonitas de ambos puentes. Eso sí, cada uno está en una zona de la ciudad por lo que no son visibles desde el mismo punto.
Mirador del Valle
Algo que puedes hacer para ver los dos puentes es realizar una ruta caminando por la zona conocida como los cigarrales (al otro lado del Tajo). Es una zona donde los toledanos acuden a caminar y hacer deporte y desde donde se tienen unas increíbles vistas de Toledo.
Puedes salir por el puente de San Martín, subir al Mirador del Valle, desde donde tener la mejor panorámica, y bajar al puente de Alcántara, volviendo a entrar en la ciudad a los pies del Alcázar. Calcula un par de horas entre el paseo y las pausas para hacer fotos.
Cómo recorrer Toledo
Y ahora que sabes qué ver en Toledo quizá te estés preguntando: «¿y cómo hago para recorrerlo todo?». La primera recomendación es que te pongas tu calzado más cómodo y comiences a recorrer sus callejuelas empedradas y cuestas. Como te decía más arriba, Toledo se puede recorrer perfectamente a pie y tiene un montón de rincones que de otro modo pasarías por alto.
Ahora bien, con tanta cuesta y el calor que suele hacer en esta ciudad en los meses centrales del año, lo mejor es planificarse. Yo te recomiendo dedicar 2 días para visitar Toledo para poder ver todos sus monumentos con cierta calma, así como ir viendo las cosas por proximidad, es decir, recorrer en el mismo día los lugares de interés que estén más cerca entre sí.
Además, hay ciertos recursos que te permiten conocer mejor la historia de la ciudad y sus curiosidades, así como ahorrarte un dinerito.
Visitas guiadas en Toledo
Para tu primer día en Toledo te recomiendo hacer un free tour. Este tipo de tours no entra en los monumentos, sino que hace un recorrido por las calles para explicar desde fuera lo más importante. Ya después puedes volver de tu cuenta y profundizar en cada lugar visitándolo por dentro.
Es una buena manera de tener una introducción a la ciudad, ya que te resumirán toda su historia y podrás conocer cómo es en la actualidad. Además, te llevarás muchas pinceladas históricas que te ayudarán a comprender mejor los monumentos cuando los visites después.
Yo hice el free tour de Civitatis, que lo guía una chica de una agencia local, y está bastante bien. Dura apenas hora y media, por lo que no se hace pesado, aunque puede llegar a ser demasiada información en poco tiempo. Nos habló de la Catedral, El Greco, la Judería, los Reyes Católicos y algunas curiosidades de las calles de la ciudad, entre otras cosas, así que creo que fue bastante completo.
Si prefieres hacer un tour con el que visitar también los monumentos por dentro, puedes hacer esta visita guiada. El precio no incluye los tickets de acceso, pero puedes adquirirlos allí mismo o comprar la Pulsera Turística de Toledo, de la que te hablo a continuación.
Pulsera turística Toledo Monumental
Otra buena manera de ahorrar en Toledo es comprar la pulsera turística de Toledo Monumental. Se trata de una pulserita roja que te da acceso a 7 de los principales monumentos de la ciudad:
- Monasterio de San Juan de los Reyes
- Sinagoga de Santa María la Blanca
- Iglesia de los Jesuitas
- Mezquita del Cristo de la Luz
- Iglesia del Salvador
- El cuadro del Greco El entierro del Señor de Orgaz
- Real Colegio de Doncellas Nobles
Por separado cada uno de estos lugares tiene un precio de 3 euros (costando 21 euros en total acceder a ellos), mientras que con la pulsera solo pagas 10 euros. Como ves, el ahorro es considerable. Además, estos lugares te permitirán conocer mejor la historia de Toledo y sus diferentes culturas, y algunos de ellos son realmente espectaculares de bonitos.
La pulsera es válida mientras la lleves puesta. Es decir, que si estás por ejemplo 3 días en Toledo y no te la quitas, puedes entrar en estos 7 lugares tantas veces como quieras en esos 3 días. Si tienes menos tiempo no pasa nada, porque es posible visitarlos todos en un mismo día (yo lo hice así).
Cómo llegar a Toledo desde Madrid
Toledo es una ciudad pequeña y no cuenta con aeropuerto. Por ello, lo más sencillo es llegar por carretera o ferrocarril desde Madrid. Se encuentra a apenas unos 70 kilómetros de la capital española, por lo que se puede llegar rápidamente tanto en tren como en coche o autobús. Para llegar desde otros lugares, tendrás que viajar primero a la capital española por no haber conexiones directas.
Cómo ir a Toledo por carretera
Si vas a hacer el viaje a Toledo en tu propio vehículo, puedes tomar las autovía A-42 (desde Madrid) o A-40 (desde la A5). Además, también hay algunas carreteras nacionales o regionales que la conectan con otras ciudades y pueblos del entorno, como la N400, la N401 o la CM42.
En caso de ir a Toledo en autobús, en Madrid debes ir hasta Plaza Elíptica a tomar los autobuses de ALSA. Estos salen cada media hora, tardan unos 45 minutos y tienen un precio de poco más de 5 euros por trayecto. La estación de autobuses de Toledo está en la parte baja de la ciudad, por lo que para no sufrir mucho con la maleta deberás tomar un taxi o el transporte público para llegar al centro (en la parte alta).
Viajar a Toledo en tren
Otra opción para visitar Toledo en transporte público es el tren. Para ello debes ir hasta Atocha en Madrid para tomar el tren de alta velocidad AVANT. En este caso se tarda poco más de media hora, pero hay menos frecuencias y el precio es algo más caro (13,90 euros por trayecto).
La estación de tren de Toledo está fuera del casco antiguo de la ciudad, al otro lado del río Tajo. Desde allí puedes tomar un taxi para ir al centro o algún autobús de línea. Por ejemplo, las líneas 61 y 62 llegan hasta la plaza de Zocodover.
Tours y excursiones a Toledo
Por último, si no te apetece ir sola a Toledo o no quieres complicarte, puedes también contratar un tour desde Madrid. Los hay de día completo, medio día, con visitas guiadas, por libre y combinando otras ciudades, así que tienes donde elegir lo que mejor se adecue a tu forma de viajar. Aquí te dejo algunos ejemplos de excursiones desde Madrid:
- Tour a Toledo de día completo
- Tour a Toledo de medio día
- Viaje por libre en autobús de día completo o medio día
- Excursión a Toledo y Segovia
- Excursión a Toledo, Segovia y Ávila
Hoteles en Toledo
A la hora de dormir en Toledo tienes todo tipo de alojamientos. Yo me alojé en el hostel Oasis Backpackers Toledo y la experiencia fue buena. Al haber tan poco turismo estuve sola en la habitación, lo cual se agradece siempre. Cuenta con una terraza en la azotea con muy buenas vistas, sobre todo el atardecer y anochecer, así como cocina.
Viajar a Toledo puede ser una buena idea si quieres hacer una escapada dentro de España o si estás visitando Madrid. Como ves, es muy fácil llegar desde la capital y hay muchísima historia por conocer entre sus callejuelas estrechas y empedradas. Además, ¡está llena de rincones instagrameables! Si quieres ver más imágenes, te invito a echar un vistazo a los stories sobre Toledo.
Este post forma parte de la guía para viajar sola por España
Viajera y fundadora de #QuieroViajarSola. Desde que comencé a viajar sola en 2016 siempre tuve una inquietud: motivar a otras mujeres a viajar solas. Para ello, decidí crear este blog en 2018, en el que te cuento todos los viajes que he realizado en solitario en estos casi 8 años como viajera independiente y te doy consejos para que puedas organizar tu viaje por libre y disfrutar recorriendo el mundo en solitario.
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